Una posible demanda podrían afrontar los 19 concejales que votaron afirmativamente la participación del Municipio de Medellín en la financiación del Macro Proyecto Vial de Autopistas de la Montaña, con $400.000.000.000. (Cuatrocientos mil millones de pesos); alertó el concejal Carlos Ballesteros Barón.
De acuerdo con el cabildante, el abogado Ballesteros Barón, los concejales de Medellín están incurriendo en la falta tipificada como Prevaricato por Extralimitación de Funciones o Prevaricato por Acción estipulado en el artículo 413 del Código Penal.
El concejal integrante del Polo Democrático Alternativo, reiteró nuevamente durante el último y segundo debate que no es competencia de la Alcaldía de Medellín participar en esta iniciativa, puesto que no se ejecutará en su jurisdicción.
Aunque es evidente la violación de la ley, pero también, lo beneficios que acarreará la ejecución del proyecto Autopistas de la Montaña para Antioquia y Medellín, a los concejales Bernardo Alejandro Guerra y Fabio Humberto Rivera les importa un comino pasar hasta ocho años en la cárcel a cambio de garantizar el desarrollo urbanístico y vial de la región.
“No nos importa comer arroz y lenteja, a cambio de que mis hijos, tus hijos y vuestros hijos puedan disfrutar de grandes vías para llegar a la Bella Villa”, dieron a entender Guerra y Rivera.
Por su parte, el concejal ponente de la iniciativa Federico Gutiérrez Zuluaga, explicó que existen las argumentaciones legales y políticas suficientes para que el concejo de Medellín se comprometa a ayudar a la financiación de un proyecto que beneficiará a todos.
Como dato adicional, hay que resaltar que el concejal integrante por el Partido de U, Ramón Acevedo no votó positivo el proyecto como fue su compromiso. Dicen en los corredores que le dio miedo asumir ese encargo.

Dice la ley que comete el delito de concusión aquel servidor público como concejales, diputados y congresistas que con el carácter de tal y a titulo de impuesto o contribución, recargo, renta, rédito, salario o emolumento, exija, por si o por otro medio, dinero, valores, servicios o cualquiera otra cosa, o en mayor cantidad que la señalada por la ley.
Tenemos algunos de los casos que comprometen a algunos Concejales de Medellín, los cuales podrían estar incurriendo en dicha falta.
Con este tema recuerdo, esa gloria de la política, Marco Antonio Caicedo Avendaño, que lo cogieron infraganti con unas libritas de base de coca entre los calzones. Dicen que esa “mosca muerta”, tenía la costumbre de quitarle un porcentajito a los contraticos que ayudaba a conseguir y otro más a los subalternos con la disculpita de ayudar a la causa. Marquitos, terminó su trabajo político cuestionado por ladrón durante su estadía como cónsul en el gobierno de Uribe, en un pueblito de Brasil…
Seguimos bajo las pistas de las acciones de un concejal de Medellín que sin escrúpulo alguno exige a sus subalternos el 10% de sus remuneraciones, recursos que deben ser consignados en una cuenta de ahorros de Bancolombia, en la cual aparece como titular una de sus asistentes.
Por el momento tenemos los nombres de los comprometidos, que los entregó un ex militante de ese equipo político que apoya el actual gobierno de “Lonso” Salazar. Próximamente, publicaremos el nombre de la titular de la cuenta y algunos de los recibos de consignación que han realizado los trabajadores.
Igualmente, existe otro caso, que de acuerdo con la ley podría tipificarse de manera distinta. Un concejal de Medellín, está desviando una pequeña cuantía de los recursos destinadas a las Unidades de Apoyo para el pago de su muchacha del servicio, adscrita a su domicilio personal. Este artista también apoya las iniciativas del actual gobierno de “Lonso” Salazar”.
Una vez tengamos las pruebas, publicaremos los nombres de los implicados, para evitar alguna demanda por injuria y calumnia. Es mejor tener fama de cualquier cosa, pero no de mentiroso…

Era de esperarse la renuncia de la periodista Adriana López, al cargo como Directora de Comunicaciones de la Alcaldía de Medellín, quien acusó motivos personales para su renuncia.
Motivos personales no fueron, por el contrario fueron profesionales, puesto que la Dirección de Comunicaciones se convirtió en un quemadero de profesionales, por la sencilla razón que no existe comunicador bueno cuando se tiene un paquidérmico jefe, además, de una mala estrategia.
A la fecha han pasado más de cuatro buenos profesionales por el cargo, todos con sus meritos, y todos se han reventado. Cuál será la falla entonces, los profesionales o la estrategia y el proceso… Ni lo uno, ni lo otro. Lo malo es la permanente evidencia de la incoherencia entre lo que DICE y HACE el gobierno local. Así no hay comunicador que valga…
PREOCUPACIÓN POR RETRASOS EN CONSTRUCCIÓN
DE CÁRCEL DE SAN CRISTÓBAL EXPRESO PERSONERÍA

El personero en jefe, Jairo Herrán Vargas manifestó su preocupación debido a que la mayor parte de los compromisos adquiridos en la Mesa de Trabajo para la construcción de la cárcel del Corregimiento de San Cristóbal no se han cumplido.
De acuerdo con el ministerio público, dichos retrasos impiden que la comunidad tenga una compensación y mitigación de los efectos producidos por la construcción.
La Personería de Medellín convocó a las entidades comprometidas, para que se adelanten acciones de choque, con el fin de evitar vulnerar los derechos de la comunidad. La Entidad, adelantará una vigilancia administrativa a las instituciones comprometidas en el cumplimiento de las acciones pactadas.
CRISIS HOSPITALARIA Y SITUACIÓN FINANCIERA
Más de 70 comentarios generó el articulo EL MÉDICO JORNALERO, publicado el domingo 19 de julio, por parte de una gran minoría de estudiantes de medicina de la universidad de Antioquia.
Ahora el congresista antioqueño Germán Reyes Forero esta liderando el Foro “Crisis Hospitalaria Y Situación Financiera”, actividad que se realizará en los próximos días en Bogotá.
Fuente:
LUIS REINALDO FRANCO RESTREPO
Comunicador Social Periodista U. de A.
Jefe de Prensa del representante Germán Reyes
Teléfono en Medellín 263 5611, en Bogotá 382 3486
¡QUÉ LASTRE TAN PESADO!
Por: Adolfo Ospina
Periodista Descalzo
Dos hechos han marcado de manera negativa la historia democrática reciente colombiana: el primero fue el nefasto frente nacional, y el segundo, el genocidio político contra La Unión Patriótica, ambos vergonzantes, el uno, atentado contra la democracia, el otro, estocada mortal.
Durante el periodo presidencial de Belisario Betancourt, se realizó el primer intento de negociación con la guerrilla de las FARC, uno de los resultados de este intento fue el respeto de ambas partes con la creación de un partido político de izquierda denominado Unión Patriótica. El partido se constituyó en su mayoría por campesinos e intelectuales que le apostaban a una salida política al conflicto.
La sugestiva propuesta democrática que contemplaba entre otras la elección popular de alcaldes y gobernadores, algunas reformas constitucionales y una profunda reforma agraria que redistribuyera la tierra, logró una alta aceptación popular, que se evidenció en las elecciones de 1986, cuando en las urnas los resultados del partido arrojaron 5 senadores, 9 representantes a la cámara, 14 diputados, 351 concejales, 23 alcaldes, lo que consolidó a la U.P. como el tercer partido colombiano, pero al mismo tiempo, signó trágicamente a sus militantes.
Congresistas, alcaldes, entre otros, fueron cayendo de a uno, o en masacres en las ciudades o en la veredas, y el partido fue exterminado, no sólo desde sus dirigentes, sino desde todos sus militantes y simpatizantes. Esperanza, (nombre cambiado), recuerda como a sus nueve años en la vereda El Castillo de Campo Alegre, Meta, su madre la escondió bajo la hornilla, para que no fuera alcanzada por las balas disparadas desde un helicóptero, mientras que por tierra el ejercito buscaba a su padre, que lo único malo que había hecho era preguntarse, desde la junta de acción comunal, por qué a la vereda no llegaba una carretera, por qué no había una escuela o por qué no tenían luz. Su vida cambió en ese momento, le tocó irse para Medellín del Ariari y luego para otra parte y para otra… pero no sólo el campesino murió, en un aeropuerto, con escoltas al lado, fue asesinado el candidato presidencial Bernardo Jaramillo Ossa, el 22 de mayo de 1990, su esposa que dice que ese día ninguna autoridad funcionó, recuerda como él le pidió que lo abrazara, que esos hijueputas lo habían matado, se refería a los “paras”, al ejercito, a la policía y al DAS.
“Me siento orgulloso de saber que por mis venas corre la sangre de uno de los mejores hijos de Colombia, de un hombre sensible a quien irritaba la injusticia”, es el testimonio de Fernando Pardo, el hijo menor de Jaime Pardo Leal, quien lo acompañaba en el vehículo cuando un sicario lo asesinó. Y así Leonardo Posada, Wilson Ballén, Pedro Nel Jiménez, Manuel Cepeda, entre otros casi 5000 fueron cayendo bajo las balas de no se sabe quién, pero con el manto cómplice de las autoridades.
La justicia ha sido mezquina frente a los hechos, de manera risible se condenaron a los jefes paramilitares Carlos y Fidel castaño, a 22 y 18 años respectivamente, por el asesinato de Jaramillo, pero luego, por falta de pruebas, el primero fue exonerado, sin embargo, en su libro “Mi confesión”, el jefe paramilitar reconoció su participación en el crimen. El sicario, que tenía 15 años fue detenido, pero algunos meses después apareció descuartizado en el baúl de un carro en la ciudad de Medellín. La corte Interamericana de Derechos Humanos, aceptó la demanda interpuesta por Aida Abella y Jael Quiroga, contra el estado colombiano por genocidio político. Aún no ha habido un pronunciamiento de dicha corte.
Ya no mueren más miembros de la UP, ya no existe, la exterminaron; pero siguen cayendo día a día dirigentes sindicales, líderes comunales, o personas de a pié que en algún momento han alzado la voz para reclamar; mueren campesinos o estudiantes para justificar el alto presupuesto que tienen las fuerzas de seguridad, cientos de labriegos son desplazados diariamente, las capitales y cascos urbanos ven como crecen sus cordones de miseria. La política no ofrece opciones, hoy, todos los candidatos, tiran para el mismo lado, las costumbres electoreras siguen siendo bajas, ruines…
Quizás el origen de la debilidad política sea el desequilibrio entre los polos ideológicos. La izquierda está en un limbo, muy seguramente debido a este aciago capítulo de la historia colombiana, la derecha logró de manera rotunda atemorizar al pensamiento diferente, acallar el debate, y al mismo tiempo generar un hálito de desconfianza entre las fuerzas armadas irregulares, que ven pocas oportunidades en las alternativas políticas. La UP desapareció (la desaparecieron), perdió por sustracción de materia y por falta de representatividad en los cargos de elección popular su personería jurídica. El pasado 15 de octubre se realizó un evento en contra del olvido de las víctimas de la U.P. De manera recurrente los y las familiares de los caídos y caídas en este exterminio piden que la UP. no desaparezca, que se le conserve su personería, que haya justicia, que se sepa la verdad sobre este genocidio, que se reconozca a todos los caídos y no sólo a los 1550 (que no son pocos) de los que da cuenta el estado, pero sobre todo le solicitan al pueblo Colombiano, al mundo entero, que no desaparezca de nuestra memoria esta barbarie política y humanitaria, que nos solidaricemos con su causa, y que, desde lo político le cobremos a los responsables de esta tragedia nacional. Si se cree en la democracia como sistema, es necesario el esclarecimiento de este hecho, de lo contrario, este sistema seguirá siendo una excelente pantomima política.