Votar en las próximas elecciones presidenciales, cuando hay candidatos que no generan expectativas al 41% de las personas habilitadas para votar en el país, es una buena excusa para aumentar más el desbordado abstencionismo en esta Patria Boba.
El primer debate entre candidatos presidenciales por televisión que hicieron dos medios de comunicación dejó prever lo flojos de la mayoría de los futuros quemados y por el contrario, como diría una reina panameña, el panel aportó más a la confusión de Kung Fu Tse.
Ninguno de los candidatos hizo propuestas renovadoras que cautiven la confianza del electorado. Una baraja de siete candidatos con supuestas ideologías y propuestas distintas, que coinciden en continuar la Seguridad Democrática de Uribe, es la demostración de la falta de creatividad a la hora de proponer nuevas soluciones al desorden público. Sin Uribe, esos candidatos no son nadie.
La Seguridad Democrática no es una necesidad, es una obligación para combatir la delincuencia organizada, pero con un poquito de inversión social, argumentan los candidatos. Este anuncio deja prever lo que esperaremos los colombianos los próximos cuatro u ocho años. Más de lo mismo que tuvimos los ochos años atrás.
Hay que aceptar que la gran diferencia durante el debate fue la pinta de la tía Noemí. Estas elecciones son las primeras en la historia del país, en las cuales una mujer está cerca de colgarse de pies, manos y dientes de la tricolor el 7 de agosto. La tía, quien se babea por regar las matas de la Casa de Nari, marcó la diferencia en el debate con su peinado fiel copia del que le hacían a Evita Perón. Una mujer que ha trabajado con tanto esfuerzo, esmero, arando la tierra con las manos hasta verlas sangrar por Colombia, puede darse el lujo de remedar a la actriz del popular “No llores por mí Argentina…”
Los cálculos, no podrán ser matemáticos. Tendrán que contener negocios, prebendas, coimas, chanfainas y engrases para lograr puntear en la segunda vuelta después del domingo 30 de mayo.
Redondeando las cifras podríamos decir que las personas habilitadas para votar en Colombia son aproximadamente 29 millones que podrán acercarse a las urnas en las próximas elecciones presidenciales.
A esas 29 millones de personas hay que restar el 59% aproximadamente que equivalen a los ciudadanos que se abstienen a acudir a sufragar. Es decir, de 29 millones, unas 17 millones de personas son abstencionistas. Los 12 millones de personas restantes son las que eligen por el resto de los ciudadanos pasivos que vivimos en la tierra del Sagrado Corazón de Jesús, Don Berna, Shakira, “Lonso” Salazar, Marbelle, Rosario Tijeras y los falsos positivos.
De acuerdo con los resultados el 14 de marzo, cuando se eligió el nuevo Congreso, el partido mayor votado fue La U, que obtuvo más de 2 millones de votos, seguido por el Partido Conservador que logró también más de 2 millones de sufragios.
Los que puntean el favoritismo de los votantes, son Juan Manuel Santos, seguido por la Tía. Hay que resaltar que en la Consulta Interna del Conservatismo, Noemí obtuvo 1’110.000 votos seguido por Andrés Agro Robo Seguro con 1’080.000 votos aproximadamente. Además, entre los votos que obtuvo la lista conservadora al Congreso y los votos logrados en la consulta interna, existe una diferencia de 600 mil votos más, lo que indica que ese número de personas que no pertenecen al conservatismo salieron a votar en dicha consulta.
¿Para donde hijuemadre se van el 1’080.000 votos del mal remedo de Uribe, quien condicionó su apoyo a la tía con dos peticiones?… La primera petición es que Noemí le ofrezca escusas de manera pública por haberlo tratado de “ladrón” y la segunda que le aseguren la Dirección Nacional del Partido Conservador. Hasta el momento, la tía no ha dicho nada, lo que denota que ese negocio no será tan fácil…
En resumen, el seguro primer ganador de la primera vuelta electoral presidencial es Juan Manuel Santos, posiblemente seguido en la segunda vuelta por la tía, si es capaz de negociar con los godos de matiz de Agro Robo Seguro y otro Partido más.
El resto de los Candidatos a la Presidencia oscilan y bailan entre el millón de votos cautivos aproximadamente, de acuerdo con lo que ha demostrado la historia electorera del país.
En las Elecciones Parlamentarias, el Partido Liberal, El Polo y el PIN, estuvieron cerca del millón y medio de votos cada uno, seguidos por Cambio Radical y el Partido Verde que alcanzaron cerca de un millón de votos.
Continúa de último y de último se quedará la lumbrera de la política provincial, el decente Sergio Fajardo con su mediocre y chamuscado cuartel Compromiso Ciudadano por Colombia que no alcanzó ni siquiera los 150 mil votos en las Elecciones de Congreso. Sin embargo, en la primera vuelta presidencial, Fajarkamón, podría llegar a los 600 o 700 mil votos de opinión, que no le alcanzarían ni para que le dejen ver la “Monja del Palacio” oleo del maestro Fernando Botero en la Casa de Nari. Fajardo ya perdió, no puede negociar. Si lo hace, traicionaría sus seguidores, pues su discurso sobrepasa el simple cálculo electoral, él ya lo ha dicho.
Si Fajardo traiciona sus principios, la única posibilidad que tiene para negociar sería con Mockus, pero le tocaría regresar de Segunda Princesa, Garzón va de Virreina y Peñalosa de Primera Princesa. Pero eso está muy lejos, Fajardo se fue y no es capaz de reversar. Total, ya está afuera.
Los que podrían variar el mapa político en las elecciones presidenciales de mitad de año son Pardo, Petro, Vargas Lleras y los del PIN. Si la soberbia y la sobradés los deja, podrían acabar con el ruido que genera el uribismo en el país, de lo contrario, si no lo hacen, se quedarán en la banca para ver la competencia.