Muy claro lo dijo el ex candidato a la vicepresidencia de Colombia por el Partido Verde, el señorito Sergio Fajardo después del 20 de junio: “Estamos en el primero minuto”. Y es que después de la muenda y de la aplanadora votación que alcanzó el nuevo presidente de los colombianos Juan Manuel Santos, que puede decir este hombre, que en vez de ganar perdió hasta la cadera.
Ingenuas, además, fueron las declaraciones de Antanas Mockus al reconocer su derrota. De los 3’600.000 votos que obtuvo en la Segunda Vuelta Presidencial, el 50% son propiedad del Partido Verde. Los restantes son antisantistas, antiuribistas y unos cuantos de ciudadanos desubicados. En menos de un año, estos sufragios estarán pensando distinto. Como las maticas verdes tendrán que remojar esos voticos, porque de lo contrario serán pura maleza… Fajardo va remando Tutunendo abajo, está en ceros y le toca repetir la tarea.
Aunque continúa con las agallas abiertas, en Antioquia, otro de los grandes perdedores y quemados hasta la epidermis, es el ex candidato a la vicepresidencia por el Partido Liberal Aníbal Gaviria Correa.
El equipo de Gaviria sabía desde el comienzo que se iban a quemar, pero no a carbonizar junto con el Partido Liberal como fueron los resultados. Su objetivo era más estratégico, querían ganar espacio y figuración a nivel nacional para las futuras postulaciones, pero la intención fue un total fiasco, debido a que a Aníbal se le vio opaco, lento y sin iniciativa al lado de Rafael Pardo. Ese tiro salió por la culata.
“Canibal”, y su equipo, se equivocaron al haber aceptado la vicepresidencia de la campaña presidencial de Pardo, y para agrandar los desaciertos, el apoyo que le brindó a Fajardo su socio, tampoco generó buen efecto. Es entendible. Al ex Gobernador de Antioquia no le quedaba otra alternativa diferente a la de apoyar a Fajarkamón, si se tiene en cuenta que en política la práctica es de “toma y dame”.
Para nadie es un secreto que el peón, mayordomo, lazarillo, orangután y testaferro de Fajardo, el desagradabilísimo “Lonso” Salazar, le mantiene algunas de las cuotillas burocráticas a Gaviria Correa en su Administración Local, cuestionada por las presuntas relaciones que tiene con la delincuencia de la ciudad, porque el paramilitarismo ya se acabo en el país, dicen…
Grande, larga y tiesa es la preocupación que tienen los tres concejales de Medellín que integran la Alianza Social Indígena, ASI, debido al desastroso futuro político que se les avecina, sino se sacuden.
Las directivas del Partido Verde, quienes ven la votación del 20 de junio, como un total fracaso, pero en el sentido contrario, anunciaron que participarán con listas propias para concejos, asambleas y alcaldías en las elecciones locales en octubre de 2011.
Sergio Fajardo, quien está que se amarra a una primaria de energía para lograr agarrar alguna cosita, anunció además, que empezará la fusión del Movimiento Compromiso Ciudadano con el Partido Verde, para asumir la próxima contienda electoral. Es el único as que tiene bajo la manga, porque ni siquiera obtuvo los votos necesarios el 14 de marzo para evitar que su movimiento desapareciera.
El Concejal por la ASI, Santiago Londoño, quien perdió la Presidencia del Cabildo para el año 2011, por los desaciertos políticos y pésimos resultados en la gestión de su Alcalde Salazar, el “Idi Amín Dada” el nuevo come hombres latinoamericano; admitió que la próxima campaña electoral para el concejo será muy difícil por tanta competencia. Londoño, dijo que no renunciará a la curul de la ASI, lo que indica que su próxima campaña será por el mismo cuartel indigenista.
La realidad es que las relaciones entre Fajardo, Compromiso Ciudadano y la Alianza Social Indígena no son las mejores, y entre los grupos fajardista y Alonsista existen diferencias inconciliables. Hoy los integrantes de la tropa tienen más interrogantes, que certezas sobre el futuro de su proyecto político.
Por: Adolfo león Ospina Mejía
Después de la contienda electoral terminada, por fortuna, toca dedicarnos al otro certamen que acapara la atención de la mayoría de colombianos y del orbe: el mundial de fútbol.
El fútbol es un deporte que se juega con un balón entre 22 personas y las barras integradas por sus hinchas, se han encargado de volverlo un deporte de alto riesgo. Así que, si espera un análisis de tácticas y estrategias de los equipos participantes y de los cotejos que se han dado hasta el momento, le sugiero cancelar la página.
A diferencia de muchos, que han planteado la baja calidad de este mundial, me atrevería a decir que ha sido un buen mundial. Se han dado entretenidos partidos, los equipos denominados chicos han mostrado bastante nobleza, y los grandes han tenido que valorarlos y tomarlos en serio, las sorpresas aunque pasajeras le han dado un sabor picantico.
Lo mejor del mundial hasta el momento son los excelentes resultados de los equipos suramericanos que en todos los casos comandan sus grupos y, perdónenme por esto, el descalabro futbolístico de Francia y de Inglaterra ¡que se vayan a protagonizar la Eurocopa!
Por el momento nos contentaremos con el exquisito fútbol que muestran Chile y Brasil, con la garra y fortaleza del equipo guaraní y hasta podríamos disfrutar de las salidas en falso del “capo” Dieguito (el de Sabina), que cuenta con un inmejorable equipo, así él no sea capaz de dirigirlo.
Aunque parezca increíble en pleno Siglo XXI, existe todavía gente que practica el oscurantismo sexual, especialmente cuando se relacionan con personas que tienen una condición distinta a la propia.
Así como existen conservadores, liberales, mojas, curas y pastores, existen homosexuales y lesbianas, personas comunes y corrientes que prefieren y además, disfrutan no solamente tener sexo, sino también enamorarse de otra persona de su mismo género.
A los heterosexuales y homosexuales, y me incluyo en cualquiera de los grupos, les encanta armar bacanales de toda índole. Me encantan todos y todas. Me encanta repartir, usted con usted, vos con vos, este con esta y este con este… ¡qué maravilla!, repartir panes y palos a diestra y siniestra…
La promiscuidad o posibilidad de tener sexo con varias personas es una circunstancia de toda condición sexual. Ser gay o heterosexual no necesariamente es sinónimo de ser promiscuo, así en algunas sectas quieran hacer ver lo contrario. La prostitución es otro asunto.
La determinación de tener sexo con una o varias personas es una decisión voluntaria de cualquier persona, mujer u hombre y no está sujeta a clichés o estereotipos culturales con los que descalifican o identifican una determinada condición sexual.
Lo anterior, para manifestar el malestar de una amiga lesbiana, quien ofreció donar sangre en el Hospital San Vicente de Paul de Medellín, donde estaba hospitalizado un paciente, padre de una de sus amigas.
La chica, una profesional de la publicidad con una vida normal y vida de pareja normal e inclusive más sana y normal que la de muchos heterosexuales, posee un tipo de sangre poco común, AB.
Al diligenciar el formulario para la donación de sangre, el empleado de salud, le preguntó su condición sexual. Al enterarse de su homosexualidad, le comunicó que no podía ser donante, debido a que al parecer, la población LGTB, está tipificada como una comunidad promiscua y putona. Que más se puede esperar de esta tierra del Opus Dei, tierra donde esconden menores de edad por debajo de las sotanas…
La misma indignación sentí. Que todavía pretendan “conservar” diferencias entre negros y blancos, hombres y mujeres; homos y heteros, es completamente indignante y violador de la Constitución Política de Colombia que profesa la igualdad entre todos. Por eso el domingo 27 de junio yo marcho por el respeto a la condición sexual…