domingo, diciembre 22, 2024

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CASUÍSTICA SEXUAL

Por dedicarme de tiempo completo a preocuparme solamente por mi vida y no por la de los demás, acabo de enterarme que estoy tirado en carretera y con las llantas chuzadas.

Permanecer solo, fortalece y redirecciona la estrategia para salir de “levante”. Sin embargo, es necesario repasar por lo menos en teoría las posiciones del Kamasutra, fortalecer el mantenimiento corporal, embellecer al muñeco, rasurarse o motilarse con la peineta numero uno de la maquina, además, que reencontrarse con los escasos amigos para analizar de manera clandestina aquella casuística sexual y morbosa, necesaria para corregir la estrategia y pulir el método. Cuestión de método y planificación es el objetivo, aunque un viejito militante de la izquierda radical me recordó hace meses sobre los grandes problemas que tengo con la pedagogía…

Pese al dolor que genera la condición de soledad en estos huesitos y estas carnitas, me dedique a seguir trabajando para incrementar la actividad pecuniaria, bien dicen por ahí, de malas en el amor, de buenas en el juego.

Como nunca me ha preocupado que el teléfono suene, sigo leyendo todos los correos electrónicos de la avalancha informativa que llega a mis cuatro cuentas de mails personal. Uno de ellos, me causó curiosidad por ser nuevamente ese repetido reclamo que hacen las mujeres contra los malos polvos: la mayoría de nosotros los hombres. Tienen la razón los argumentos del texto, pero se queda corto. Nosotros los hombres no solamente somos generadores de placer, somos una parte, pero necesitamos de la contraparte, y muchas veces esa contraparte es desastrosa. El texto es el siguiente:

HAY QUE DECIRLO SIN RODEOS: son muy pocos los hombres que salen bien librados de la cama, y no porque lo tengan grande, pequeño o mediano, un punto que tanto suele preocuparles. O porque sean eficientes maquinitas que siempre están dispuestas, listas, en su punto. Hay sutilezas vitales que poco o nada tienen que ver con el buen desempeño físico y que son claves a la hora de juzgar que tan buenos son para el sexo.

TODO ENTRA POR LOS OJOS: Las mujeres, como los hombres, entran por los ojos. Y en ese primer juicio la vanidad masculina es fundamental. Un hombre que no se cuide, que tenga los zapatos sucios, que use tanga narigona de colores, ¡qué horror! Que huela bien, se afeite, se vista con gusto, use bóxers y que tenga las uñas limpias y cuidadas, empieza la seducción con el pie derecho.

BESOS, MÁS BESOS: Por favor hombres, demórense todo lo que quieran besando a las mujeres. Ellas extrañan esos besos de adolescencia frente a la puerta de la casa. Extrañan los vidrios empañados por tanto besar y mirarse a los ojos mientras les besan en el cuello. El que sabe besar y bailar llegará rápido a su meta.

MÁS DE 15 MINUTOS: Los hombres máquina, tipo taladro, frenéticos y animalescos, que demoran los quince minutos que puede tomarles llegar a un orgasmo, hemos cronometrado, suelen ser catalogados de sosos, egoístas, aburridos y díscolos. Háganlas desear. No lo den todo tan rápido, que ellas vean estrellas antes del taladro… (Yo no soy taladro, soy un lindo pájaro carpintero)…

VARIEDAD: La posición del misionero no está mal, pero para ellas suele ser interesante, por aquello de los estímulos entre los pliegues femeninos, estar encima o agarradas a ustedes como si fueran el tronco de un árbol. Variedad, déjenlas de tanto en tanto tomar la iniciativa en posiciones más interesantes.

POCAS PREGUNTAS: ¿Celos añejos? Vaya uno a saber, pero el hombre que en pleno acto pregunta: ¿dónde aprendiste? ¿Quién te enseñó? ¿Por qué tan enteradita? ¿Cuántos componen tu lista?, mata todo. El pasado pasó. Nada de indagar sobre el cómo se aprendió.

OJO CON LAS MANOS: Acaricien, no amasen. No sean tan rápidos con las manos. No sean tan genitalistas. Utilícenlas para una caricia en el cuello, en la mejilla, en el pelo, en los pies. Y cuando lleguen a la intimidad, ya saben: no se trata de amasar.

DEJEN ACTUAR: Si nos compramos un brasier sexy, no lo arranquen, disfrútenlo. Si encendemos chimenea, compramos vino, calentamos el jacuzzi y los recibimos desnudas, sean lentos con el romanticismo. No sean tan rápidos.
PALABRAS: Todas las mujeres coinciden en que el clítoris está en los oídos. A ellas les gusta que les digan que son bellas, que están excitados, que les fascinan, que las quieren. No se vuelvan mandones, hazme esto, hazlo así, quiero esto. Hay que saber decirlo.

DOS SEGUIDOS, NO: Calidad en vez de cantidad. Una vez se acaba, un vinito, una charla, unos besitos. El que vuelve y ataca, a veces es una pesadilla. Sin embargo, lo dejamos a consideración de cada quien, cosa de gustos.

ADIÓS RONQUIDOS: Por muy bueno que sea en la cama, el que acaba y se duerme de inmediato es, en vocabulario femenino, un perfecto imbécil. Así que a mantenerse despiertos una horita por lo menos.

La primera parte del mail muy pedagógica, la receta se tendrá en cuenta al pie de la letra para nuestra próxima faena, que esperemos sea pronto, por aquello de evitar el estallido del cuerpo.

Sin embargo, nosotros los hombres estamos también en la obligación de manifestar las incomodidades que nos causa varias de las actuaciones, hechos, actitudes y a veces argumentos que las mujeres exponen para hacerse ver por lo general en desventaja sexual, puro cuento.

Las siguientes afirmaciones hacen parte de un grupo de estudio, integrado por hombres entre los 25 y 60 años de añejamiento que conmigo se reúnen en nuestro cuartel ubicado en Raza Café de las Torres de Bomboná.

EL TAMAÑO SI IMPORTA: Susto le tenemos a los mordaces comentarios que las mujeres hacen de los hombres cuando hablan de sexo entre amigas. Uno de los cuales hacen mofa, es sobre el tamaño del muñeco, que lo tiene chiquito… ¡chiquito, pero juguetón!

Entre hombres concluimos que el tamaño si importa y mucho. Para información de las mujeres de acuerdo con los estudios de entidades privadas sin ánimo de lucro como Profamilia, dedicada a promover la calidad de vida sexual en el país, la medida promedio del pene de los hombres colombianos se encuentra entre los 12 y los 19 centímetros erecto, y en posición de descanso entre 4 y 6 centímetros. Con esa herramienta es con la que se cuenta. Los superdotados lo único que hacen es empalar y dejar malos recuerdos.

Sin embargo, en ocasiones los hombres cuando estamos en el ruedo caemos en el interrogante: ¿Será que lo tengo muy chiquito o es que ésta la tiene muy grande? En diferentes circunstancias nos encontramos con morfologías tan raras y grandes, que la única sensación es estar al frente de una gran hamburguesa de tres carnes, a la que no se sabe por dónde pegarle el primer mordisco. Ahí es necesario contar con una ayudita y ustedes deben dar ese primer mordisco para hacerlo más fácil, no simplemente abrir las piernas y ya…

PALANCA DE CAMBIOS: Así como las mujeres exigen a gritos suavidad y cariño para acceder a su cuerpo, nosotros estamos en las mismas condiciones. No por ser hombres podemos soportar y menos quedarnos callados frente a toda clase de maltrato físico involuntario en la cama.

La masturbación, que practico desde hace muchos, pero muchosss años, es el mejor acto de intimidad sexual que un hombre pueda tener. Dicen en la calle, que el que niega la paja niega la mama, la mejor verdad verdadera que he escuchado en mi vida.

Que rico es una paja hecha por tu pareja, pero por Dios, no tiren como para arrancarla, si la dañan quedamos fregados. No la apreten tanto, para un hombre el pene representa el 95% de nuestra esencia, el 5% restante es academia. Hay que saber desde donde la cogen, el truquito es menearla desde su base para evitar que la fricción lastime o pele el muñeco, si puedes ayudarte con un poco de gel mucho mejor. Como la vagina, el pene es susceptible de lacerarse fácilmente por la fricción, y de eso no se trata.

Ahora bien, los hombres tenemos una brújula fálica para cuando tenemos el muñeco erecto se imponga fijo hacia arriba, es inamovible. Cuando se le menea no se puede pretender que haga las veces de una palanca de cambios de un carro con doble tracción. Metemos primera, todo bien, pero con él es imposible meter segunda, dañarían nuestra caja de cambios y duele. La clave es seguir las direcciones naturales, con suavidad y cuidado.

Existen hombres, especialmente actores porno que son intervenidos quirúrgicamente para quitar esa brújula fálica, después de la cirugía, el pene se cuelga y da una sensación de haber crecido entre dos y tres centímetros, pero el muñeco queda loco, sin horizonte. Cuando esta erecto hay que cogerlo con la mano y meterlo, apuntarlo, ubicarlo. Sin la brújula si puedes hacer con él lo que te venga en gana, pues su movilidad es del 100% a la redonda.

CON VELLO JAMÁS: No conozco la primera mujer que no disfrute y le guste que le hagan sexo oral. La “Mine”, término francés que describe la realización de los besos con lengua en la vagina, los hombres disfrutamos hacerla, pero con estrictos estándares de calidad.

Téngase en cuenta que la primera regla de oro es que no a todas se les chupa, como no a todos se les mama. Una buena muchacha, muy limpia, pero muy limpia, bien tenida, sin vello púbico, con sus olores naturales es todo un manjar al paladar. Nosotros sabemos a que huele allá abajo. No nos interesa el olor a chocolate o fresas, y menos rosas… olor natural sólo eso.

15 VS 60: La precocidad hace parte, por lo menos en el primer polvo, de la defectuosidad del cuerpo y la mente masculina. Es verdad que a veces, no siempre, es incontrolable el primer disparo, causa de la ansiedad que produce el preludio de una buena faena.

Pero tan cuestionables es nuestra precocidad como esa búsqueda interminable y lenta de un orgasmo femenino. Quince minutos embistiendo y nada, cambio de posición otros 15 minutos embistiendo y nada. Después de media hora con las rodillas peladas y calambres en los pies medio se vislumbra el lloriqueo… no que vaaa a eso también hay que hacerle yoga. La frigidez y la anorgasmia son problemas sexuales que se manifiestan tanto en los hombres, pero mucho más en las mujeres, una por la pérdida del deseo sexual y la otra por conservar el deseo sexual sin posibilidad de disfrutar de un orgasmo. Eso hay que tratarlo, pregúntele al gine…

CHUPE PERO NO MUERDA: Así como a las mujeres les gusta que las chupen, a los hombres nos gusta que nos mamen, pero con la respectiva técnica y cuidado.

Esas mamadas agresivas a mil revoluciones por segundo, al mejor estilo de una película porno, sólo tienen buenos resultados en las películas porno, no en la realidad. A nosotros los hombres nos gusta que la chupen suave, profundo y sin morder. Si usted no lo sabe hacer, practique con una paleta o un bom bom, no le meta el diente, no lo roce, porque está perdiendo el tiempo, y por el contrario rapidito la van a parar de esa función.

Tenga en cuenta además, que el 70% del éxito de una buena faena, radica en la realización de un buen 69. Corrida sin 69, es como trapear sin haber barrido, es como tener carro sin gasolina o tener madre, pero muerta. Si chupas y mamas bien, ya eres gente…

Sin embargo casos se han visto. Mujeres que por repugnancia, falta de gusto, movimiento político o fundamentalismo feminista no la chupan. Pues si no la chupas a mí ni me invites, mejor ni vayas…

LA ROPA ÍNTIMA: La ropa intima… a mí me gusta blanca y negra en algodón y sin mucho encaje… eso es de gustos…

EL CHIQUITO: Como enfrentar este adolescente que a muchos nos llama la atención. Unas disfrutan ofrecer el chiquito, otras lo dejan ver, pero no lo dejan ni tocar. Al Chiquito toca ganárselo, llevarle presentes cada vez que se tiene oportunidad para que con el tiempo te dejen tocar, después pa’la muela de atrás. Hay que echar el cuento, cantarle, mimarle, darle besitos, chuparle si las condiciones se prestan. El tiempo da cuenta de lo mucho que nos toca sufrir a nosotros los hombres.

Sin embargo, lo único que tengo claro, pese a la imperfección del cuerpo, al exceso o falta de tejido adiposo, a las dificultosas posiciones del Kamasutra, que en vez de generar placer ocasionan esguinces y calambres, al tamaño de mi muñeco y de tu babucha, a las formas antiestéticas, a lo ridículo que nos vemos en el espejo, no hay nada más delicioso que tener sexo con alguien de confianza, claro, mucho mejor si se está enamorado…

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Ruben Benjumea
Soy periodista por vicio y bloguero por pasión y necesidad. Estamos fortaleciendo otra forma de hacer periodismo independiente, sin mucha censura, con miedo a las balas perdidas, pero sin cobardía.