Con dolor de patria, los integrantes de la Segunda Mesa Directiva de la Asamblea Departamental de Antioquia, liderada por el Diputado Julián Bedoya, tuvieron que aceptar a regañadientes el fallo del Tribunal Contencioso Administrativo, que reiteró que la elección de la Primera Mesa Directiva es completamente legítima y por un año.
Por tal razón, regresan a sus dignidades, Héctor Jaime Garro Yepes como Presidente, Edison Muñoz Ciro como Vicepresidente Primero y Jorge Iván Montoya Mejía como Vicepresidente Segundo.
En un comunicado, la mayoría de diputados manifiestan: “que acatan la decisión del Honorable Tribunal y en tal virtud, la Mesa Directiva elegida el 2 de enero de 2012 debe asumir sus funciones”. En teoría y por exigencia del Contencioso se acata al pie de la letra, porque en la práctica hay otra lectura.
El Diputado Héctor Jaime Garro, tiene que aceptar que le metieron un golazo, debido a que con o sin fallo, estará seis meses frente a la Asamblea. En otras palabras, se realizó lo de siempre, mesas directivas por cada seis meses, pasándose por la tangente los fallos, las tutelas y otras demandas por la presunta irregularidad incurrida por Bedoya y su grupo de amigos.
Varios concejales de Medellín, entre ellos Bernardo Alejandro Guerra, llamaron la atención sobre el tímido desempeño de los jefes de los organismos control fiscal y disciplinario, durante los primeros meses de trabajo.
Hay que entender que liderar entidades como la Contraloría General y la Personería de Medellín no es fácil, se debe conocer los procesos y las investigaciones en contra de servidores públicos para evitar inconvenientes.
Sin embargo, el presidente del Concejo dijo en plenaria que: “El Personero y el Contralor de Medellín me tienen decepcionado”, y además, les recomendó llegar a las plenarias bien preparados sobre los temas a tratar, debido a que en algunas ocasiones no tienen argumentos para realizar una buena intervención.
Siempre llego contento a mi casa porque el portero es el único que me saluda con afecto. Como es de costumbre, me entregó varios documentos.
Por primera vez recibía el reporte de una fotomulta, una hoja tamaño carta con tres fotografías bien impresas. La infracción fue tocar con las llantas delanteras del vehículo la barra de color blanco que separa la cebra. Me sindican de obstaculizar el paso peatonal.
Con el documento en la mano, recordé a “Lonso” Salazar, el gestor de tan magna iniciativa. Me dirigí al Centro Comercial Premium Plaza, donde se encuentran las oficinas de Tránsito Municipal, receptoras de los infractores, quienes, si desean, pueden acogerse al descuento del 50% de la multa con la condición de realizar un curso pedagógico sobre el Código de Tránsito.
Cuando me reporté sentí un cosquilleo entre las piernas. El auxiliar administrativo me anunció que tenía otra fotomulta en el mismo lugar, por la misma infracción, pero en horas de la noche. El reporte no llegó, debido a que el documento lo enviaron a otra dirección en Envigado. Con la putería que tenía, esa indefensión y nostalgia, una revoltura entre risa y tristeza miré a un lado, vi la frase: “Las cámaras cuidan tu vida…”, me relajé nuevamente.
Lo cierto, es que la capacitación que tiene un valor de $30.000 y que obviamente te la cobran, la ofrece un contratista que no tiene nada que ver con la Secretaría de Tránsito, porque ni las preguntas, ni las dudas, ni los reclamos que el infractor tiene son contestadas.
La mayoría de periodistas que laboran en televisión y radio por alquiler están que cierran sus espacios, debido a la reducción de más del 80% de la pauta proveniente de los actuales gobiernos local y departamental.
Los colegas mal acostumbrados a los jugosos contratos que otorgó el gobierno de Luis Alfredo Ramos, están que alquilan finquita en Fredonia pa’coger café por ser más rentable. En nuestro caso, ni comimos de “banano”, ni de “Lonso” y menos de Fajardo. Estamos acostumbrados desde hace 5 años, sin embargo, es necesario expresar solidaridad, debido a que en toda esa mazamorra periodística local, existen programas serios que por la misma situación se encuentran a portas de salir del aire.
Un periodista de los buenos en su época, convertido actualmente en otro penoso genuflexo, que apoyó la campaña a la gobernación de Fajardo, se atrevió a analizar la situación, pese a que también se siente afectado por el recorte de la publicidad oficial.
Sostuvo, que en dos años aproximadamente más del 80% de los programas en alquiler desaparecerán irremediablemente del aire por varios aspectos. Por un lado, el Estatuto Anticorrupción reguló considerablemente la asignación de pauta oficial, lo que disminuyó los presupuestos para ese fin, y por el otro, la actividad comercial de los programas de radio por alquiler está soportada en un 90% por el sector oficial. En otras palabras, estamos en plena recesión.
Esta recesión, sumada a la carencia de indicadores de audiencia y mínimo impacto ante la opinión pública de la mayoría de programas radiales, irá en detrimento de los cientos de espacios que en la actualidad están al aire, evaluación, que obviamente hacen las oficinas de comunicaciones oficiales para justificar el gasto de sus recursos en medios de información nacionales y de mayor cobertura con sedes en Bogotá.
Los medios de información por alquiler, los programas comunitarios, barriales y alternativos, y la prensa escrita aficionada local de distribución mensual, representan un lunar en el último pliegue de las arrugas que ya se le ven a Sergio Fajardo. No representan nada, no generan nada, ni positivo, ni negativo, no son nada, vienen y van hacia la nada. En el mejor de los casos, donde me incluyo, incomodamos. En ese sentido, los medios de información por alquiler, recibirán de este gobierno, de acuerdo a las genuflexiones, mera zanahoria, para evitar no quedar muy mal.
Los gobiernos local y departamental no tienen la obligación de gastar dineros en programas locales. La ley no los obliga, y por el contrario, desde el oficialismo, prefieren sonar en medios de cobertura nacional que malgastar recursos en medios de poco impacto.
Como le dijeron a un periodista “peso pesado” en la Gobernación: “Nosotros no somos responsables de su empresa periodística”, y tienen la razón.
La mayoría de los programas de radio y televisión locales por alquiler no tienen futuro, y en esto, quiero equivocarme. La alternativa que queda es continuar recibiendo con resignación los pequeños contratos que no alcanzan ni para pagar la renta de los espacios alquilados en las diferentes emisoras de la ciudad. Pero así es la vida, mientras no se cambie de actitud en la relación entre periodistas y gobierno, la prensa local seguirá recogiendo lo que se cae de la mesa del rico Epulón.
Aunque algunos argumentan que de pedagogía no tengo idea, siempre he considerado que para lograr un objetivo hay que pensar en tres conceptos básicos como son la planeación, el método y la estrategia.
Puede que usted no sepa ni mierda, pero si tiene dedicación y esmero, además, de unas buenas inyecciones de persistencia e insistencia, hasta le pega a la peña y saca el oro. Un hombre debe pedirle a una mujer cuando está seguro que le van a dar, de lo contrario, ni se lo muestran. Así es todo en la vida, no de puntada sin dedal.
Arrodillarse ante el gobierno cuando se tiene la certeza que el sacrificio dejará buenos recaudos, vaya y venga, es buena estrategia, así se pierda la dignidad. Pero arrodillarse ante el gobierno cuando se carece de credibilidad para recoger solamente migajas, se comprueba que ese no es el método. Empelotarse en la Plazoleta de la Alpujarra y jugar a la golosa podría tener más efecto como protesta pacífica, hasta con repercusiones en el resto del país.
Después de la reunión que liderara un grupo de bien intencionados colegas con la jefatura de comunicaciones de la gobernación, no dejé de sentir culpa. Tengo que aceptar que la piel se me puso como Amparo, “me erice” después de conocer el nuevo remoquete que me endosaran en el piso 12 del Departamento. Me tildan de “Cara Dura” por aquello de radicar ofertas publicitarias. Me dije a mi mismo, mi mismo en qué fallaste, si lo único que has hecho los últimos años es decir la verdad y tratar a la secta elitista y rosquera que lidera el mesiánico Fajarkamón con ecuanimidad, tolerancia y afecto… “Cara Dura” es él, quien después de enredar 50 millones de dólares en el peor negocio paisa de la historia como fue Orbitel, es capaz de profesar que en su gobierno no se perderá un peso, pesos no, dólares sí.
Dicen que a puntodevistardb.com no le darán ni la espalda, en lo que a contratos publicitarios se refiere, y que además, soy un “Cara Dura”, por pretender entablar relaciones comerciales con la gobernación, luego de maquillar con florecitas al líder de esta logia fundamentalista y algunos de sus integrantes.
La mayor queja tiene que ver con que las florecitas los hacen ver como “mariquitas”, eso fue lo que explicó Sergio Valencia, mi eterna enamorada y fallecida “Maruja”. De mi parte, jamás de los jamases he usado ese adjetivo. Nunca los he tratado de “cucarrones”, esos diminutos insectos del orden de los coleóteros de color rojo con pequitas negras. Simplemente yo soy el dueño de la floristería, soy el que pinta y ubica las flores en el florero, porque las poses las pone él, y si algunos tienen dudas sobre el calificativo, pues mírenle la cara.
Orangutanes como los que pretendían embutir en la Reforma a la Justicia en el Congreso de la República, para incrementar la impunidad de los delitos cometidos por los políticos corruptos, generan que el ciudadano promedio se resista a botar su voto, especialmente cuando se acercan las elecciones parlamentarias. Criticar ese nido de galembos y de chulos es redundar. No es la primera vez que revientan esta clase de reveses en el congreso colombiano. La gasolina de Corso, por ejemplo, a la nación se le olvidó. No tiene sentido joder, porque nuestra memoria está ubicada muy atrás.
Lo que no se puede dejar pasar, es el resbalón del actual Presidente de la Cámara de Representantes el delfín Simón Gaviria, al asegurar que no había leído el texto del Acto Legislativo. No es de extrañarse la actitud de “Firmón el bobito”, quien peló el cobre como todo un principiante, para ratificar las estadísticas que aseguran que en Colombia, un ciudadano lee 0.3% libros al año. Es decir, en promedio, un “chibchombiano” no se lee ni la tercera parte de un texto.
Sin embargo, hay cosas peores. Leer poco no es problema, puesto que ese hábito debe ser una pasión y hasta en un vicio. Lo más grave es que la mayoría de los colombianos que no les gusta leer, no saben leer, y ese precisamente es el problema del “hijo del expresidente”, él quiere leer, lo que pasa es que no sabe…
Por: Adolfo León Ospina Mejía
Este dicho tan común entre los abuelos, lo aplicaron de manera taxativa los queridísimos padres de la patria. No queda claro si fue que manipularon el proyecto de acto legislativo presentado por el ejecutivo, aprovechándose de la ingenuidad de éste para reformar la justicia o lo acordaron con el gobierno (y con el ex gobierno) para pagar y mantener los favores recibidos de la coalición y por ahí derecho no tocar algunos callitos molestos para algunos congresistas o exfuncionarios del pasado gobierno.
La aprobada reforma a la justicia ha dejado mucho que desear pues en opinión de algunos analistas, no era necesaria y en opinión de otros lo que se aprobó no soluciona, ni siquiera se acerca a los verdaderos problemas del judicial, resumidos casi en uno sólo: la congestión y la impunidad.
Los padres de la patria han acomodado las cargas que en un momento estuvieron pesaditas con la constitución del 91 y las han vuelto a colocar en su lugar, con el agravante que para hacer esto permearon, diría compraron, uno de los pocos órdenes que en Colombia tenía credibilidad, las altas cortes (suprema, constitucional). Indecoroso acto el llevado a cabo por los representantes de los ciudadanos que casi se crearon un blindaje como congresistas, mostrándonos a los ciudadanos de a pie que ellos legislan para ellos y para sus arcas y que a nosotros nos buscarán en las próximas elecciones para que los apoyemos en su importantísimo qué hacer.
Pero lo peor está por venir y es la oportunidad, “otra”, que se abrió para que se siga generando ingobernabilidad, porque pronto aparecerá cualquier ex presidente, tan actuales ellos, a aprovechar el tropezón dado por el al actual gobierno, y como en la caricatura tan común en los buses: “cuando uno está de malas…”