Enterrados los muertos y lavado el pantano que dejó la avalancha en Salgar, llegaron varios políticos de diferentes tamaños, colores y sabores para tomarse la foto con cierta intencionalidad solidaria en la tierra de los ancestros de Uribe, donde su señora madre laboró como maestra de escuela.
Posterior a la muerte de Nicanor Restrepo Santamaría, personaje absolutamente representativo para el Grupo Empresarial Antioqueño, y con quien no tuvo los últimos años demasiada química, a Uribe, se le despertó nuevamente el interés por coquetearle al GEA, a través de la defensa que ha hecho sobre las presuntas irregularidades cometidas al interior de la Caja y el ofrecimiento que le hizo a María Inés Restrepo de Arango para que encabezara la lista cerrada al Concejo de Medellín.
Cuentan los cronistas que Uribe, preocupado por la tierra de su señora madre, llamó al vicepresidente Germán Vargas Lleras a quien le sugirió que para la construcción de las viviendas de las familias damnificadas se debería aprovechar la experiencia de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia, Comfama, por su participaron en la reconstrucción de Armenia después del temblor del 25 de enero de 1999.
Dos cosas que pensar, o Uribe no sabe, o se hace el desentendido. Hace unos 16 años el Gobierno Nacional creó el Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero, FOREC, entidad que le asignó a Comfama gerenciar la Zona Cinco para la reconstrucción del sector afectado por el temblor. Como era de esperarse dicha Gerencia fue permeada presuntamente por corruptos que mientras ejecutaban la construcción de viviendas aprovecharon para sacar su tajada.
Después de la designación de FOREC a Comfama, la Caja de Compensación entregó a un conocido ingeniero de la ciudad la responsabilidad de liderar el proyecto, además, que se encomendó, a la Jefatura de Control Gestión de Comfama, la auditoría de esa “magna gestión humanitaria”.
Dicen que tan sobresaliente es la filantropía de algunos de los integrantes de Comfama que en abril de 2002 pudo conocerse que varias de las amigas del ingeniero encargado de la obra patrocinaron un sancochito para las 150 familias damnificadas, de acuerdo al censo, para el que se compraron 460 pollos, varios kilos de carne y uno que otro bulto de papa, yuca y plátanos con los recursos de la reconstrucción.
Los informantes de este cuento están buscando por tierra, mar y aire, y además, entre los papeles de varias cajas de documentos, puesto que en esa época no había, ni USB, ni PDF que nos permita revelar los nombres de las personas comprometidas para afirmar sobre las presuntas irregularidades en esta historia.
Lo cierto es que se han encontrado cositas. Al parecer las compras de materiales de construcción como arenas, gravas, materiales de playa y demás insumos se hacían presuntamente al propietario de una panadería que estaba ubicada al lado de la sede que ocupaba Comfama en el centro de Armenia. Dicen las versiones que supuestamente tuvieron que modificar el objeto social de la Panadería, con el fin de adquirir los materiales requeridos por Comfama para justificar la compra de materiales alrededor de $116’000.000 (ciento dieciséis millones de pesos) a precio de ese entonces.
Además, deben investigase también las razones por las que Comfama nunca instauró denuncias contra los implicados, empezando por el ingeniero responsable de la obra y siguiendo por el propietario de la panadería quien estuvo en Medellín entrevistándose con el Auditor de la obra que hace parte de Comfama. ¿De qué hablaron?…
La investigación de este caso fue realizada por Henry Garcia, Elkin Álvarez y Víctor Vasco, quienes terminaron cerrando la boca, como siempre lo exigen en la Caja de Compensación que amedrenta a su empleados con la horca en caso de revelar la verdad.
Lo que hay que admitir para bien o para mal es que en otras y en esta historia en particular, el Director de la Unidad de Control Gestión de Comfama, Fernando Yepes Barrera, es quien tiene la información.
Ramón Fernando, gústele o no, tendrá que asumir toda la responsabilidad para que se vaya preparando, porque será a quien le toque comparecer ante los organismos de control del Estado como la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría cuando cambie la Dirección General de la Caja que pronto será, debido a que el poder y el cambio de mando en el interior del GEA, desde hace tres meses lo asumen gente decente…