Envidiábamos el de La Maracaná, nos preguntábamos por qué los mejores grupos, los de moda, se presentaban allá, mientras al de Campo Valdés, al de Aranjuez y al de la cancha de Las Esmeraldas traían agrupaciones locales o que estaban buscando reencaucharse.
Hoy recordamos con algo de nostalgia y mucha inconformidad aquellos tiempos en que la Feria de las Flores era pública, para todos, si quería un buen lugar para el Desfile de Silleteros lo único que tenía que hacer era madrugar, por eso el día del desfile era un día de encuentro familiar, niños, jóvenes y ancianos llegaban al alba para estar en primera fila, destapaban su fiambre y esperaban pacientemente.
El Desfile de Silleteros, el evento central de la Feria de las Flores, transitaba por su vía natural, la Avenida la Playa, calle que canaliza la quebrada que baja del Corregimiento de donde, se dice, son los silleteros, la Santa Elena. Para verlo no tenía que invertirse mucho dinero, ni hacer parte de un conglomerado o de una empresa patrocinadora a la que se le asignara un palco.
La Feria de las Flores se preocupaba porque todas las zonas de Medellín tuvieran su evento central, algunos íbamos y veníamos buscando la mejor oferta musical. Luego empezaron a introducir las trovas y el humor, a centralizarla.
La quincuagésima octava versión de la feria de las flores, mostró la parte más despiadada y descarada de la privatización, así como el talante conservador de nuestros gobernantes y la verdad de lo que se quiere hacer de Medellín: una ciudad donde sus habitantes no importamos ya ni para el circo (hace rato que no hay pan). El balance:
La Alcaldía de Medellín organizó 13 eventos musicales, incluyendo los del Parque Cultural Nocturno que entre sus noches tiene una dedicada al teatro. Mientras que en los 9 días de feria se realizaron 20 grandes eventos privados con ritmos tan variados como la salsa, la música romántica y el despecho.
La cosa empieza a ponerse más preocupante cuando recordamos que por ejemplo “las fondas” que hace no mucho se realizaban en la av. 70 hoy se llevan a cabo en un espacio cerrado y con un costo de ingreso, y un evento tan extremadamente bello realizado en el Jardín Botánico, como “Orquídeas, Pájaros y Flores”, tiene un costo de acceso de $18000 por persona, totalmente excluyente.
Como si fuera poco, y contrastando con nuestra idiosincrasia, nos encontramos con el “disfrute zanahorio”, eventos fiesteros organizados por la alcaldía que nos mandan a dormir a las 10:00 de la noche. Desacierto absoluto, así la justificación sea la seguridad.
Paro la tapa del canasto, se dio en el Desfile de Silleteros, un espacio completamente clasista, que vendió puestos en los palcos desde módicos $75000 por persona y que los tures tanto locales como nacionales vendieron desde $130000, ni hablar del valor que le pusieron los revendedores. Los palcos, “innovadores”, ocuparon todo un costado de la vía lo que redujo el espacio para los de a pie, que no tenían con qué o por qué pagar tribuna en el evento central de la “popular” feria de la flores.
Para resaltar, la excelente organización que ya tiene listo el programa del 2016. La Alcaldía sólo realizará el “Parque Cultural Nocturno” (no es un asunto de ahorro es la posibilidad de que emprendedores puedan programar más espectáculos privados) en la plazoleta de los Pies Descalzos y se filtró la siguiente agenda:
Julio 31, agosto 1, 2, 3 y 4
2:00 pm palabras del excelentísimo monseñor Alejandro Ordoñez (todos los días del evento).
3:30 pm a 6:00 pm Evento musical (se hará énfasis en música que invite al sosiego y la calma, no es conveniente la alegría)
6:00 pm a 7:00 pm Santo Rosario (el que peca y reza empata).
Notas: para ingresar se realizará prueba de alcoholemia y se requerirá la partida de bautismo.
La noche tropical que en el año 2015 causó tan peligrosa alegría (fue hasta las 12:00 de la noche) será sustituida por una celebración religiosa.
