El periodista de la Mega Medellín, Carlos Mira la sacó bastante costosa luego que publicara en su red social un video de la joven Ana María Zapata, quien padece el síndrome de Marfan.
Pero sin ser abogado del diablo, Mira no tiene la culpa, así lo educaron en su profesión como locutor de Radio Juvenil y chatarra que empezó en la ciudad en diferentes estaciones radiales como Veracruz Estéreo y la Súper Estación, por mencionar apenas dos emisoras de hace unos 30 años.
La irreverencia. Ser irreverente fue más que un plus, una condición para integrar grupos de jóvenes muchachos que hablaran mierda todas las mañanas para divertir a sus oyentes.
Entre sus grandes hazañas, era llamar a cualquier incauto a su teléfono fijo para convertir la burla en el mejor contenido radial para cautivar audiencia.
Seguro que ahí, en esa escuela criaron a Carlos Mira. Pero si el joven locutor tiene la culpa, el Director Nacional de la Mega y la Gerencia General de RCN también.
No solamente deberán “limpiarse el orto” con el chambón locutor Carlos Mira porque los propietarios de las emisoras juveniles en FM son también responsables de los contenidos mediocres y ramplones que les permiten producir e improvisar a sus locutores y periodistas bajo la premisa de aumentar una audiencia idiota con el fin de incrementar la actividad comercial.
La radio chatarra y la personalidad estúpida de Carlos Mira fue sólo un ejemplo de la radio juvenil de los últimos 30 años. El problema fue que a Mira le tocó poner la cara y generalmente en este gremio tiene que aparecer un culpable…
