“El que inocentemente peca, inocentemente se condena” y esa precisamente es la condición que deberá afrontar el Director del Instituto de Deportes y Recreación de Medellín, INDER, David Mora Gómez, frente al cartel de contratación que existe al interior de la entidad.
Desde hace un par de años el INDER posee su propio director técnico, quien con la ayuda de un funcionario de carrera administrativa se beneficia obteniendo contratos para la construcción de escenarios deportivos, coliseos e instalación de gramas sintéticas y mantenimiento.
El contratista, hijo de un reconocido director técnico de fútbol, dicen los denunciantes, se ha encargado de desprestigiar la competencia para obtener su beneficio al punto que ha logrado hasta cambiar los términos de referencia de algunas licitaciones.
Pero lo más grave no son los presuntos chanchullos a los que tienen que llegar los contratistas para continuar mamando de la teta del Estado. Lo grave, grave, es que el Director Mora Gómez está enterado de las denuncias desde hace más de un año y no ha hecho absolutamente nada para remediar la situación.
De la situación del INDER, además de su Director, son conocedores la Contraloría General de Medellín y el exsubdirector de Obra Gustavo Rodríguez pero no adelantaron ninguna clase de investigación.
Entre las posibles irregularidades contractuales que se presentaron en su momento se encuentran la compra de las gramas sintéticas para la UVA de Occidente y la cancha del barrio San Javier y el mantenimiento de algunas canchas construidas.