Preocupados deberán estar los anestesiólogos, enfermeras, instrumentadoras y demás personal de la salud que le sirvieron en diferentes cirugías al médico Carlos Ramos Corena tras su captura en Estados Unidos.
La preocupación debe ser bastante grande puesto que al médico capturado este lunes por la justicia puertorriqueña se le acusa de captar pacientes de manera ilegal en ese país.
Los gringos pondrán a cantar a Carlos Ramos como en el “cartel de los sapos” para que revele los nombres, además, de los responsables de trasportar las pacientes desde los aeropuertos a los apartamentos donde se hospedaban en Medellín para su postoperatorio.
Diferentes medios de comunicación del Estado de la Florida dieron cuenta del arresto de Ramos Corena por parte de detectives del condado de Dade y agentes adscritos a la División de Arrestos Especiales y Extradiciones de la Policía de Puerto Rico.
Contra el médico detenido durante un retén vehicular realizado en el condado de Miami Dade, pesa una acusación desde el 18 de mayo de 2015 por violación a la Ley 139 de la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica que prohíbe que un galeno ejerza la medicina sin licencia de Puerto Rico.
Ramos Corena que tendrá que pagar también una fianza de 500 mil dólares, unos $1.500’000.000 (mil quinientos millones de pesos) colombianos, está vinculado, además, con la muerte de Nancy Santana García, paciente que en septiembre del 2014 visitó Medellín para hacerse una liposucción y una abdominoplastia. Tras someterse a los dos procedimientos estéticos quirúrgicos, la mujer falleció.