Al Representante a la Cámara por el Partido Liberal, Iván Darío “El Canciller” Agudelo, quien hace parte de la tolda de la Universidad de Medellín, se le zafó un comentario bastante particular en presencia de varios de sus seguidores.
El hombre, está convencido, desde ahora, que tiene ganada una silla en el Senado de la República a donde quiere ir a parar después de las elecciones para Congreso de 2018.
El asunto es que ya ven a Agudelo caminando en el aire como un senador con toga purpura al ritmo Fabio Máximo y Publio Cornelio Escipión que liberaron al Imperio Romano del tuerto Aníbal, no Gaviria, sino Barca, “El Cartaginés” en el siglo tercero antes de Cristo.
Pero la realidad es otra, así su “directorio” tenga manejo electoral, los cuestionamientos por los presuntos actos inescrupulosos que involucran la filtración a terceros de los exámenes del concurso de méritos para aspirar a gerencias de hospitales de provincia, han desgastado la reputación de esa casa electorera. Ver “HOSPITAL DE PUEBLO”
En el municipio de Caldas, por ejemplo, piensan distinto. “Garganta Profunda” logró escudriñar que el cuartel de los “Durán” que ahora ostenta el poder en esa localidad del sur del Valle del Aburrá no apoyará a “El Canciller” de la Universidad porque no ha cumplido las promesas con las que selló el negocio electoral.
Los “Durán” andan empecuecados buscando una buena fecha que por lo menos cumpla lo que promete, razón por la que decidieron apoyar la campaña a la Cámara de Juan Diego Echavarría quien se desempeñó hasta el año pasado como Alcalde de La Estrella.
Las campañas electorales para Congreso están en recaudo y andan cobrando comisiones de contratos, porcentajes, coimas, haciendo cuadros y llamando a los mismos pendejos a los que no les volvieron a contestar el celular cuando fueron electos en el 2013.
Esa complicación también la viven en Bello. Los godos bellanitas del cuartel Suárez Mira no saben cómo manejarán la próxima campaña parlamentaria con tanto cacique y con tan poquito indio para mandar a conseguir votos.
Lo primero que hay que preguntar es quién manda en Bello. Con la esfumada del “Jefe de Jefes” nadie sabe a ciencia cierta quién es el líder que da línea debido a que entre los hermanitos César, el Alcalde; Héctor y la Senadora Olga Suárez se pisan las mangueras y se nivelan por abajo…
Ahora, hasta dónde llega la influencia de Guillermo Galvis y Alberto Zuluaga que laboran en esa Alcaldía del norte. Todos toman decisiones escudándose en que tienen el poder de la ubicuidad y omnipresencia para comunicarse con el “Jefe de Jefes” que está en todas partes, pero nadie lo ve…