Por enésima vez el Alcalde Federico Gutiérrez manifestó su desacuerdo con la actitud de algunos visitantes famosos de la ciudad, cuya curiosidad está fundamentada en el morbo que genera la historia de la inolvidable época del narcotráfico.
El mandatario calificó como una apología al delito e ignorancia el hecho de que el rapero Wiz Khalifa haya llevado una ofrenda floral a la tumba de Pablo Escobar, además, de haberse fotografiado a las afueras del Edificio Mónaco que fuera de propiedad del extinto traqueto.
Volvemos a lo mismo. Es imposible que las autoridades pregunten a turistas al ingresar por el aeropuerto José María Córdova el objetivo de la visita a Medellín. Contratar servicios de “prepagos” y “convenientes”, consumir droga o hacer narcoturismo, son buenas opciones para un curioso.
“Se nota que a este tipo no le ha tocado sufrir la violencia de estos narcotraficantes. Ese sinvergüenza en vez de haberle llevado flores a Pablo Escobar le tuvo que haber llevado flores a las víctimas de la violencia”, dijo el Alcalde.
A Medellín llegan turistas a visitar museos, caminar por la Oriental y tomar café, pero también vienen a contratar servicios de “prepagos”, consumir droga y hacer narcoturismo, es lo que hay, es la oferta.
En ese sentido, seguirán llegando famosos, visitantes de bajo presupuesto y mochileros que en pleno invierno y en un frio el hijuemadre deambulan como en playa en cuquitos y playeras, blancos como momias por El Lleras, entre otros sitios de la ciudad.
El gobierno no puede seguir sufriendo el pasado y la historia violenta de la ciudad y el país, por el contrario, que se institucionalice la ruta del narcoturismo. En Alemania y Austria, por ejemplo, permanece inmóvil en el tiempo el holocausto nazi. Los turistas van, pagan, lloran y se solidarizan con los judíos.
Falta proponer con estrategia. Que pongan un monedero en “Montesacro”, en el Mónaco, en la Plaza de Toros La Macarena y en el Pájaro de Botero de San Antonio para que los curiosos conozcan la historia y paguen como debe ser…