Como parece se ha vuelto costumbre, una vez más los maestros celebran su día clásico en medio de un cese de actividades. Las razones son las mismas que históricamente han llevado a la calle al movimiento magisterial.
En primer lugar reclaman contra los inoperantes prestadores del servicio de salud que los tiene agonizando, por ejemplo en Medellín, la Fundación Médico Preventiva, no tiene contrato con ninguna clínica u hospital para atender las urgencias de sus afiliados o beneficiarios. Igualmente reclaman por el cumplimiento de los acuerdos firmados para levantar el paro en el 2015: nivelación salarial y cambio del modelo de ascenso en el escalafón.
Adicional a esto, los maestros exigen se cumpla el Decreto 160, que reglamenta el proceso de negociación entre los empleados públicos y el Estado.
En cumplimiento del acuerdo, este año se presentó por parte de las centrales obreras que agrupan a los maestros y funcionarios públicos un pliego petitorio que entre una gran variedad de peticiones, solicita un aumento que realmente compense la pérdida del poder adquisitivo del salario, disminuido por el aumento del IVA y por la Reforma Tributaria que en general golpeó duramente la clase media, compuesta en su mayoría por los empleados públicos.
La masiva marcha realizada el martes 16 de mayo, que pudo agrupar más de 100 mil marchantes de todo el país, mostró la unidad y fortaleza de los maestros y el apoyo irrestricto de las bases a la Dirección de FECODE. Por lo que se avizora no hay salida pronta al paro de los maestros, pues del Gobierno Nacional la única respuesta que se ha escuchado a las peticiones es un rotundo “no hay plata”.