Mientras el país asume la incertidumbre de la campaña electoral para elegir nuevo presidente que vivirá por cuatro años en la Casa Nari, el Grupo Empresarial Antioqueño, GEA, mueve, traslada y cancela contratos de trabajo de varios de sus fieles colaboradores.
Bajo el argumento de una necesaria restructuración empresarial para rediseñar y redireccionar procesos que ayuden a la acumulación de economía a favor del Grupo, dijeron, hace menos de un mes despacharon para la casa a varios integrantes del Grupo SURA que comanda el empresario David Bojanini. Esa decisión hoy hace parte de las conversaciones entre dientes en los que asisten a los clubes sociales de la ciudad.
Lo cierto es que a muchos de los empleados del Grupo los cogió por sorpresa la salida de tan conspicuos ejecutivos. El despido que más generó suspicacias fue el del Vicepresidente de Seguridad Social de las Compañías de Salud y Riesgos Profesionales de SURA, Carlos Andrés Ángel Arango, un tipo de sangre azul y quien supuestamente estaba bien agarrado de su silla.
Los otros que salieron recientemente de SURA fueron el Gerente de Mercadeo de Seguros, Francisco Duque; la Gerente Mercadeo de Seguridad Social, Ana Isabel Vélez y el Gerente de Tecnología, Carlos Mario Molina.
De otro lado, y con el mayor respeto, ni más faltaba, a los empresarios del GEA hay que reiterarles que no tiene nada de malo salir del closet porque nadie los va a censurar.
No debe producir vergüenza que la opinión pública se entere sin eufemismos y ambages que a los empresarios antioqueños les gusta la política, y que, además, participan y hacen proselitismo cada que se presenta una elección local o nacional. Eso no es pecado y ya no queman a nadie en plaza pública como en la época del oscurantismo…
Aunque no se recuerda, hace menos de un año salió del Grupo SURA el Vicepresidente de Asuntos Corporativos y Secretario General Fernando Ojalvo a quien despidieron con honores y trompetas por haber alcanzado la edad de jubilación.
Por recomendación de la Casa de Nari y muy especialmente del saliente Presidente Juan Manuel Santos Calderón, llegó a SURA para ocupar la vacante de Ojalvo, la rolita Tatiana Orozco de la Cruz, quien desde hace meses vive en la capital de la montaña. La nueva profesional tiene feliz de la moña al doctor Bojanini.
Sin embargo, la sugerencia que hace la “Garganta Profunda” del Grupo, es la necesidad de afinar algunos procesos bajo el mando de la nueva empleada para evitar que el clima laboral continúe deteriorándose, especialmente en los mandos medios…
Por su parte y continuando con el seguimiento de algunos “ejecutivos” que pertenecieron al Grupo SURA, hace un par de días se presentó la audiencia de conciliación en la Fiscalía entre Mauricio Vélez Cadavid y el Concejal Bernardo Alejandro Guerra Hoyos.
Entre los reparos que expuso Vélez Cadavid quien denunció al Concejal por calumnia se encuentra la calificación como el “Palaccino de Antioquia” argumentando que ese remoquete había afectado su reputación. El Concejal Guerra obviamente no concilió.
El empresario Mauricio Vélez Cadavid afronta dos demandas presuntamente por robarse la Clínica Sagrado Corazón ubicada en el barrio Buenos Aires en Medellín de propiedad de unos 50 médicos y varios anestesiólogos.