Lo sucedido en la primera vuelta presidencial con el Partido Liberal y su candidato Humberto De La Calle es una total “sinvergüenzura”, diría el maestro Diomedes…
La única “gloria pírrica” que obtuvo el liberalismo en Medellín es que De La Calle se mantuvo unos cuantos votos por encima del excandidato Germán Vargas.
El comportamiento de los liberales en Antioquia y Medellín fue más que vergonzoso, no se comprometieron, no acompañaron al candidato del partido, y lo peor, se prestaron para la pantomima patrocinada por la “loquita del kínder”, de quien dice, terminará apoyando el candidato uribista.
Después del entierro de quinta que le hicieron sus dirigentes al Partido Liberal el fin de semana pasado, algunos parlamentarios rebuznaron para exigir la renuncia y retiro a hogar geriátrico de Cesar Gaviria Trujillo el presidente de la colectividad y artífice de la debacle, ratificada en los modestos 399 mil votos que se obtuvieron en la primera vuelta. Los liberales, otros bastante tragones y clientelistas, se partieron para acompañar, unos a “El Pollo” de Uribe, y otros, a Vargas Lleras.
En Antioquia, liberales junto a varios integrantes del Partido de la U, se hicieron los de la oreja mocha y en silencio apoyaron al uribismo bajo el argumento que sólo están pensando en la sobrevivencia en las elecciones territoriales del 2019, en las que Centro Democrático, mete o el nuevo Gobernador de Antioquia o el nuevo Alcalde de Medellín.
