Sobrepasar los topes en la financiación de las campañas es uno de los errores que en la actualidad tiene “jodidos” a varios de los exintegrantes de la campaña presidencial de Santos. La plata de Odebrecht fue la que financió desbordadamente esa campaña hace 4 años, dicen…
El asunto es que esos topes están debidamente reglamentados. Los candidatos presidenciales tienen un tope de gastos permitido para la primera vuelta el 27 de mayo de $24.235’000.000 (veinticuatro mil doscientos treinta y cinco millones de pesos). Para la segunda el tope se disminuye considerablemente a $11.335’000.000 (once mil trescientos treinta y cinco millones de pesos).
Sobrepasar estos topes es ilegal y es por lo que, en su momento, también fue investigado el excandidato presidencial por Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga.
Igualmente los diferentes candidatos a la presidencial tienen derecho a un anticipo de financiación por parte del Estado por $6.598’000.000 (seis mil quinientos noventa y ocho millones) para primera vuelta y de $3.962’000.000 (tres mil novecientos sesenta y dos millones de pesos) para la segunda.
Lo que debe tener en cuenta la feligresía es que esa platica es un préstamo que los candidatos después de elecciones pagan con la reposición de votos, unos $5.642’000.000 (cinco mil seiscientos cuarenta y dos millones de pesos) por cabeza.