Valerosa, por decir lo menos, la participación de la Concejala del Polo Luz María Múnera, en el Concejo de la ciudad el pasado 20 de octubre, en la que expuso su posición sobre el problema de Hidroituango, y el Proyecto de Acuerdo 150 “por medio del cual se autoriza la enajenación de unas participaciones accionarias”. En su exposición, cargada de emoción, señaló con nombre propio a los responsables de, en palabras suyas, la debacle que hoy atraviesa la Empresa y que la llevará a una “privatización por la puerta de atrás”.
Múnera, que desde el principio de la crisis ha sido una férrea contradictora de la actitud que ha mantenido la administración de la Ciudad y de la Empresa, dijo que en ningún momento el Polo está en contra de EPM, pero sí lo está de los directivos que la llevaron a uno de los peores momentos financieros de su existencia.
Con una actitud valiente, y mostrando su independencia del poder “legal” (sabemos que hay otro ilegal) que domina la ciudad, la concejala se atrevió a responsabilizar de la crisis al Grupo Empresarial Antioqueño, y a los directivos y mandatarios locales que han hecho lo que el poderoso grupo empresarial ha ordenado.
Y es que Luz María verbalizó lo que en Medellín todos sabemos pero que lo hemos silenciado por conveniencia o temor: el GEA domina la ciudad desde lo político y lo económico, ha hecho lo que ha querido y ha posicionado a los gobernantes con los que se siente placentero. Es claro para los candidatos a Alcaldía o Gobernación que antes de conseguir el aval de su partido o de algún otro, primero deben contar con el visto bueno del poderos grupo económico, y que estando en el cargo, deberán devolver el favor con contratos a las empresas que conforman el Grupo.
Continuando con su actitud de denuncia la Concejala del Polo sigue haciendo tañer las campanas de alerta sobre el futuro, algo incierto, de la empresa de “todos”, denunciando además que el panorama ya de por sí sombrío, se opaca más con la presencia de los mismos directivos que llevaron a EPM al estado actual, y del GEA, presionando para que los responsables de la presente debacle no sean revelados y para que tengan en cuenta sus empresas en los “contraticos” que solucionarán la contingencia.