Paseándome por el Centro Comercial Oviedo, que para mí fortuna, se ha convertido en punto de encuentro para políticos y personajes públicos, me tropecé con un integrante del gobierno del Presidente “Ivá” Duque.
La amabilidad del Superintendente, bastó para reclamar sobre las decisiones de gobierno llevadas al Congreso para que estudie a partir de esta semana la Reforma Tributaria disfrazada en la Ley de Financiamiento con el fin de recuperar los 14 billones de pesos de déficit fiscal para el presupuesto nacional del año entrante.
¡Duque la sacó del estadio!, le dije al Súper, en cuatro meses de gobierno “Ivancho” logró lo que a Santos le tardó ocho años: el Presidente de Carrasquilla subió de un totazo al primer punto de desfavorabilidad entre los colombianos.
El integrante del gobierno nacional no tuvo que contestar, y por el contrario, aceptó que los anuncios sobre el incremento del impuesto de renta para la clase media y el gravamen con el IVA para los productos de la canasta familiar fueron un total desacierto.
La opinión pública, y en especial, los electores que votaron contra el castrochavismo, depositaron la confianza en el promotor de la “economía naranja” que vendió la falsa promesa de no incrementar impuestos.
En redes sociales han sido contundentes contra la propuesta impositiva de Duque. El excandidato Germán Vargas escribió que la reforma tributaria es un proyecto inequitativo, facilista y que en su afán recaudador impedirá que la política fiscal se ponga al servicio de la competitividad del país.
Además los memes, las mamadas de gallo y las burlas de las que han sido objeto no sólo el Presidente sino también el Ministro de Hacienda, “Beto” Carrasquilla no paran en Facebook y twitter.
Las contradicciones entre lo que dijo Iván Duque en campaña con lo que está liderando ahora que es Presidente se notan más de la cuenta. Cuando Duque se desempeñó como Senador en compañía de Ernesto Macías, hoy presidente del Congreso, demandaron la Ley de financiamiento del exministro Mauricio Cárdenas durante el gobierno de Santos.
En 2014, cuando el entonces Cárdenas, utilizó los mismos argumentos que hoy usa “Beto” Carrasquilla, para justificar la creación de nuevos impuestos, tanto Duque como Macías, estuvieron en su contra.
Pero hay un Dios que todo lo ve, o por lo menos lo deja grabado. Por cielo, tierra y aire, se han refrescado todos los videos con los que Duque hizo compaña en los que sólo bastó que a grito herido prometiera que bajaría impuestos y que convertiría la economía del país en la más productiva, pero a costillas de la clase media colombiana.
