Si el exconcejal y excandidato a la Alcaldía de Medellín por el Partido de la U, Jesús Aníbal Echeverri tenía algo de reputación, algo de ese sentimiento y agrado que tienen los demás, desde el pasado fin de semana acabó con lo que tenía…
Lo sucedido con Jesús Aníbal Echeverri Jiménez, es otro motivo más para ratificar ese 79% de desprestigio y hastío que los colombianos le tienen a los integrantes de la clase política, su incoherencia, sus mentiras y el contínuo asalto a la buena fe hace que los políticos se conviertan, especialmente en elecciones, en personajes sospechosos.
Aunque muy en silencio, la mayoría de los periodistas locales de Medellín sabíamos que muy en el fondo Jesús Aníbal no tenía posibilidad de ser electo alcalde, y que, por el contrario, lo que buscaba era una negociación burocrática para continuar vigente en el escenario, el repunte en las encuestas despistó a Echeverri al punto que le abrió demasiado la agalla…
El asunto es que el mismo Jesús Aníbal sabía que no tenía ni la fuerza, y menos el presupuesto para sostener el cañazo de una campaña electoral hasta la recta final, situación por la que, empezó a realizar acercamientos con dos de los tres candidatos que en la actualidad tienen opción de poder: Alfredito Ramos y Santiago Gómez.
El negocio, perdón, “el acuerdo programático” lo hizo con el hijo del exgobernador, pero no contó con que la noticia se conociera antes del anuncio oficial que se realizó en la plazoleta de Las Luces, ubicada al lado del Centro Administrativo La Alpujarra, pleno centro de Medellín.
Jesús Aníbal por hacer bonito la cagó y sabiendo que había tomado la decisión de adherir a Alfredito, se puso a desmentir la información que ya había acordado.
Es más, en varios programas de televisión ratificó que su campaña política iba hasta el final, que no le debe nada a nadie, que se hizo solo, que está con Dios y con el pueblo y que su proyecto político es más independiente que cualquiera…
Esa incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace es lo que les tiene el tímpano reventado a sus seguidores que ya lo están rechazando, aspecto que hará más difícil que el también exconcejal por La U sea capaz de endosar a Alfredito Ramos ese 7% de intención de voto que obtuvo en la pasada encuesta.
Pero ese postre tiene fresa en la punta. Lo que también se supo es el artífice del descalabro político de Jesús Aníbal Echeverri, quién fue el que lo hizo equivocar.
En los mentideros políticos argumentan que el director de esta obra de teatro en la que Echeverri adhirió a Ramos fue el senador antioqueño, integrante del Partido Conservador Carlos Andrés Trujillo, que desde hace varios días estaba apoyando a Jesús Aníbal por el registro que tenía en las encuestas.
Todos los caminos conducen a Roma, y Trujillo, un político bastante calculador, para llegar a la capital de Italia le tocó dar vuelta por Apartadó, para ir a parar a la campaña de Alfredito Ramos que hoy puntea en las encuestas, falta ver si se acordará de “Peluche” en caso de ganar las elecciones…