Pirro de Epiro fue un rey por allá en el año 310 antes de Cristo que pasó a la historia por haber reinado Macedonia integrada por Grecia entre otras regiones de lo que en esa época se consideraba el mundo.
Pirro conquistó el mundo, ese mundo, sacrificando la mayor parte de su ejército, pero a la hora de evaluar los resultados no justificó tanto esfuerzo.
Así como el Rey Pirro de Epiro se encuentran los “Danielos”, mucha alharaca para un triunfo tan pequeño. Por eso el dicho: “triunfo pírrico”, mucha fiesta para tan poco resultado.
Y lo digo porque a raíz del fallo del Concejo Nacional Electoral, CNE, que le permitió a Daniela Maturana y Daniel Carvalho, la inscripción para el Concejo de Medellín por el Movimiento Todos Juntos, sobrevaloraron el premio.
A dos aspectos se enfrentan Daniela y Daniel, lo primero ganar las curules el domingo 27 de octubre que como van las cosas les será bastante difícil debido a que pertenecen a una campaña que no sobrepasa el 2,0% según la última encuesta de intención de voto que realizó Datexco; y segundo, en caso de ganar las elecciones, les tocará orar para que ningún ciudadano preocupado denuncie sus elecciones ante la Sección Quinta del Consejo de Estado. Allá es otro cuento…
El CNE negó la solicitud de revocatoria de la inscripción de Daniela Maturana y Daniel Carvalho, como candidatos al Concejo de Medellín por el Movimiento Todos Juntos, señalados por una posible doble militancia política.
El Consejo Nacional Electoral sentenció que un miembro de una corporación como el Concejo, por un movimiento por firmas, puede postularse a la reelección por otro movimiento por firmas, sin incurrir en doble militancia.
