Hace un par de días escribí: En un encuentro intempestivo que tuve con varios funcionarios y políticos en un centro comercial se hicieron algunos comentarios sobre la campaña a la presidencia de la república…
Pero esa vez no sólo se habló de Duque y de su posible reemplazo, sino también del complejo panorama que afronta el gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria Correa.
En esa reunión se encontraban dos “gaviristas” pura sangre, que se han engullido hasta las migas de la torta estatal cuando Aníbal los nombra, cuando los ubica en un puesto, algo de gratitud les sentí…
Lo que generó curiosidad fue el comentario de uno de ellos especialmente, actual congresista, dio a entender que lamenta la situación del gobernador, pero que, por ningún motivo, se atrevería a dar una sola gota de sangre por el mandatario seccional, su viejo empleador.
El fulano estaba incómodo porque, según sus palabras, Gaviria Correa, carente de reputación y prestigio debido a que no puede hablar de honestidad mientras la justicia no le quite la soga al cuello, había desconocido la ayuda y el apoyo que varios matices políticos le dieron en campaña.
El representante a la cámara Jorge Gómez fue otro de los que comentó esa versión referente a que los godos y liberales entre otros, que apoyaron a Gaviria en las elecciones pasadas estaban con una fuerte inanición debido a que los tienen en hambruna total en el departamento, no les han dado mucho y de ahí los mareos.
Gómez Gallego, integrante del Polo, comentó que recién posesionado Aníbal, les había dicho a algunos congresistas que deberían estar agradecidos porque gracias a él habían logrado elegir concejales y diputados, y, que, por el contrario, ellos, los congresistas, en vez de sumar restaron en la campaña de octubre pasado…
La relación entre el cuestionado gobernador Aníbal Gaviria y varios de los congresistas antioqueños no es la mejor, al punto que algunos senadores y representantes están felices, comiendo crispetas en gradería esperando a que en el momento menos pensado la Fiscalía General de la Nación presente resolución de acusación e imputación de cargos ante la Corte Suprema con el fin de iniciar el juicio, que por lo visto, será en libertad con respecto a los señalamientos contra el mandatario seccional por presuntos actos de corrupción durante la construcción de la Troncal de la Paz.
Que pereza para Aníbal Gaviria saber y tener que aguantar que más de un subalterno e integrante de su grupo de trabajo de primer y segundo nivel de confianza están disfrutando en silencio toda la tragicomedia que afronta.
Muchos de esos burócratas de libre nombramiento y remoción, doblemoralistas y sinvergüenzas que no renuncian a sus cargos porque no tienen más, hacen el siguiente análisis:
Los “amigos” del gobernador argumentan que el Habeas Corpus que le prosperó en el Tribunal Superior de Medellín generó más de un malestar al interior del ente investigador, que, de acuerdo con la última resolución la fecha para contar el inicio de la detención domiciliaria de Gaviria era el 12 de agosto de la presente anualidad.
Pero el Alto tribunal fue claro en resolver que el momento para el inicio de la casa por cárcel debió contarse a partir del 5 de junio por lo que a principios de octubre se cumplieron los 120 días para que la defensa del mandatario alegara el vencimiento de términos.
La incomodidad de la Fiscalía, que, tiene en expectativa a integrantes de burdeles, clubes, centros comerciales, costureros y corredores de los edificios Departamental y Municipal, es que, desde Antioquia, el Tribunal Superior de Medellín le hizo “el favorcito” pasando por encima de la Corte Suprema de Justicia que respaldó al ente investigador ratificando la legalidad de la casa por cárcel contra Gaviria.
Ese hecho, el Habeas Corpus del Tribunal Superior, tiene a la Fiscalía General de la Nación revisando otras investigaciones en las que también se encuentra comprometido el exalcalde y actual gobernador por presuntos actos de corrupción como la venta irregular del Lote 24 de la Mayorista de propiedad del Municipio de Medellín, proceso del que ya hay condenas; y el proyecto urbanístico Naranjal y Arrabal en el que se encuentran enredados, además, los Solarte hoy en la cárcel por el escándalo de Odebrecht y la exgerente de la EDU, Margarita Ángel Bernal quien parece se la ha tragado la tierra por un posible “principio de oportunidad” al que llegó con el ente investigador.