Fue la amenaza del triple Ex, embargado de felicidad al salir de su detención domiciliaria, por medio del Twitter, su parlante preferido (bueno también gusta de Vicky y María Isabel).
El triple Ex, zorro viejo (más zorro que viejo), tiene claro que su periodo ha terminado y que pese al gran esfuerzo realizado por él de señalar con el dedo el sucesor que mantenga su legado, el incapaz Duque fue un completo fracaso.
Duque decepcionó no sólo a su mentor, su guía, su luz, su estrella, su faro, su inspiración sino a todo el partido sepulturero y a muchos de los que votaron por él; me atrevería a decir que el único satisfecho con la gestión del incapaz ha sido Andrés Pastrana. Ahora no es clara la satisfacción del expresidente conservador al saber que la actual cabeza del gobierno está por quitarle el puesto como peor presidente de la Nación bananera, según las encuestas.
Es tan mala la dirección que el incapaz ha hecho de Colombia que lo mejor que le pudo haber pasado a es la llegada del coronavirus con su covid19, excusa perfecta para disfrazar su incompetencia.
La verdad es que el partido sepulturero ha perdido el poder, y ahora con muy escasas excepciones sus integrantes y los que en un momento hicieron coalición para recibir su porción de mermelada, han empezado en desbandada a abandonarlos. Hoy el partidor para la presidencia del próximo periodo empieza a organizarse, señales de humo se hacen entre los escapistas para intentar organizarse y no quedar por fuera de la ubre estatal.
El triple Ex lo sabe y por eso a su trino, “ojo con el 2022”, le faltó completarlo: “nos quedamos sin poder, sálvese quien pueda”.
Pero la verdad es que un periodo como este de transición (no tan malo), ya lo habíamos vivido, y la solución fue peor, se creó la política de votar no a favor, sino en contra de algún candidato, resultando la elección de lo peorcito de la baraja.
Ojalá esta juventud, que parece un poco más sensata que la nuestra, que hace 22 años eligió a Pastrana en contra del continuismo de Samper y luego a Uribe, en contra del continuismo de Pastrana, esta vez elija con conocimiento y no resentimiento. Colombia no resistirá otros cuatro años de mal gobierno.
Por el momento nos tendremos que encomendar a la Virgen de Chiquinquirá, que parece no es de fiar porque poco le ayudó al incapaz, para que en los estertores de la muerte política Duque y sus enterradores no terminen de acabar lo que queda de país.