La pasada conmemoración del día clásico del periodista la pasé en un restaurante del corregimiento de Santa Elena disfrutando de un almuerzo en compañía de varias personas.
Fui como reportero, gracias a la invitación que me hiciera el gerente general de la Empresa Funglus Jorge Enrique Suárez Quiceno con el propósito de conocer de primera mano la organización que desde hace más de 30 años se dedica a la producción de champiñón.
“Yo soy un champiñón”, fue una de las primeras frases que le escuché pronunciar a Jorge Suárez que desde 1986 ha trabajado por convertirse en uno de los productores más importantes de champiñón del país.
Durante el recorrido por el predio en donde está ubicada la productora los asistentes que tuvimos la oportunidad de conocer los pasos para lograr un hongo de excelente calidad, pudimos constatar el cumplimiento del primer mandamiento del empresario.
Según el gerente de Funglus: “es indispensable que el empresario conozca a profundidad la totalidad del negocio”, esa es la clave del éxito, dijo, basándose también en la calidad del producto, la evolución y la documentación de procesos, entre otros pasos importantes.
Hoy Funglus, es una empresa que a través del ingenio y la innovación produce cerca de 400 toneladas de compost sembrado al mes para cultivadores de otras regiones del país que generan unas 100 toneladas de champiñones para el mercado nacional.
Unas cinco horas estuvimos en la champiñonera donde se pudo constatar la manera de alcanzar el éxito de un negocio que abastece en la actualidad la mayoría de los supermercados de grandes superficies de la capital de Antioquia.
“El compost también es la clave”, explicó Cindy García, jefe de área de calidad de Funglus, quien, además, se atrevió a advertir que el mismo abono orgánico “le habla”, con el propósito de indicarle las pautas para su mejor producción.
Los trabajadores y empleados de Funglus están más que convencidos que lo más complejo y tedioso del negocio de la producción de champiñones es sin duda alguna la elaboración de abono orgánico que puede limitar o expandir la producción.
Por eso, el objetivo permanente de Funglus, con sus más de 60 empleos directos que genera la empresa, es la producción de un abono de alta calidad, eficacia y eficiencia para que los productores de Antioquia y el resto del país puedan obtener un excelente champiñón.
Lo otro, es que producir un compost, un abono orgánico de alta calidad tiene su precio y Funglus ha pagado con creces al recibir críticas por parte de algunos vecinos que han manifestado quejas por los fuertes olores que se desprenden de la empresa.
Además, existe otro factor que es el “mal ambiente” que hizo un exconcejal de Medellín integrante de Centro Democrático que no logró sostener su curul en las pasadas elecciones de octubre de 2019.
El excabildante emprendió una persecución contra dicha empresa sin tener en cuenta que desde años atrás se iniciaron los procesos exigidos por la ley para mitigar los olores que se desprenden de la productora en un 80% aproximadamente.
En la actualidad, la asesoría jurídica de Funglus inició las reclamaciones legales contra el exconcejal uribista que podrían acarrear desde denuncias por injuria y calumnia, amonestaciones por parte del Ministerio Público hasta demandas por daños y perjuicios. Continuará…