Admito que no se nada de fútbol ni me interesa saberlo, esa animadversión nació hace mucho tiempo desde que decidí convertirme hincha del Deportivo Independiente Medellín, lo padecí tanto al punto de empezar a desinteresarme no sólo de los resultados al final de cada campeonato, sino también de sus dueños, jugadores, barras…
Lo mismo me pasa con la Selección Colombia, cada colombiano sabe en el fondo que el equipo nacional nunca llegará “a ningún Pereira”, pero la idiotez hace conservar la ilusión de ganar una compa mundialista, somos como el hombre que tiene una novia bazuquera, conservan la esperanza que se rehabilite, pero no hay fondo, sigue igual o peor…
El país padece lo mismo que engangrenó la Selección Colombia: mucha individualidad, mucho ego, mucho narciso, no son capaces de trabajar en equipo, no somos capaces de ver en los demás integrantes actores fundamentales para una causa común como un simple partido contra Perú o Argentina…
“Como perder también es ganar un poco”, la idea con el despelote futbolero en plena campaña electoral a la presidencia también es ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
Aunque puristas en Bogotá sostienen que la campaña a la presidencia es un total despelote, también hay que admitir que la contienda electoral por la “Casa de Nari” está más que divertida…
Un político, que sólo aparece en campaña cada cuatro años enviando mugs o botellitas de vino de consagrar, hace hasta lo inimaginable con tal de ganarse la simpatía de la gente con el fin de captar sus votos para elección. Cargan niños caga’os, es más, son capaces de cambiarle el pañal, toman aguapanela de dudosa procedencia y hasta bailan, aunque no sepan hacerlo…
Eso fue lo que le pasó esta semana al precandidato a la presidencia por Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, integrante de una campaña que no logró ni cautivar, ni emocionar, ni generar la suficiente percepción en el país por lo flojo y plano de su aspirante.
Oscar Iván, se puso el sombrero del -Palabrero- para no quedar mal en la fiesta, ¡qué se lo ponga!, ¡qué se lo ponga!, ¡bravo!, gritaba la tropa de la campaña en Riohacha, Guajira…
Una de dos, o son muy malos los estrategas o carece de ellos la campaña Zuluaga Presidente. Los estrategas capitalinos, que regularmente se “cranean” campañas tomando shots en el Parque de la 93, y, que, además, no conocen el territorio, son los responsables, la mayoría de las veces, de las salidas en falso de sus asesorados, candidatos que por quedar bien terminan haciendo el ridículo, como Zuluaga ante los indígenas wayú.
“Zurriaga” apareció en un vídeo, con un sombrero indígena mal puesto, al revés, en el que anunciaba el regreso después de superar el bicho de moda para desearle suerte a la cuestionada Selección Colombia que no da pie con bola en las eliminatorias para el mundial de Qatar a finales de este año.
Nuevamente en las calles, nos volcamos con todo el @CeDemocratico, a través de mi programa #SoyTodoOídos para recuperar la confianza de los colombianos. 🇨🇴 pic.twitter.com/00Lqq2r2eP
— Óscar Iván Zuluaga (@OIZuluaga) February 1, 2022
Repito, en general la campaña a la presidencia de la república está floja, pero divertida.
Luego de conocerse el video, las críticas contra Zuluaga no se hicieron esperar, a Oscar Iván lo ridiculizaron, le mamaron gallo, le hicieron memes en redes sociales en una andanada de chistes que lo único que consigue con sus salidas en falso es debilitar cada día más una campaña que desde el principio empezó muy mal…