Ad portas de una conmemoración más del día clásico del periodista este miércoles 9 de febrero, reaparece el disfuncional político exalcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo con dos temas interesantes…
Advierto que no quiero cazar una nueva pelea con Alonso, porque a esta alturas, próximos a los 50 años de vida, casi todo me importa un culo, además que me he convertido en un instrumento de paz…
El verde concejal de Medellín, Daniel Duque me envió una invitación para escuchar un SPACE DE TWITTER, nueva modalidad para contenidos de audio en directo bastante interesante. El tema fue sobre lo que actualmente se presenta en Medellín con respecto a la revocatoria del mandato del alcalde Quintero.
En su mayoría, los participantes eran integrantes, o mejor, simpatizantes, no sólo del exalcalde Salazar, sino también del exmandatario, exgobernador y actual precandidato a la presidencia Sergio Fajardo, quien también participó de la transmisión.
Me destapé una cerveza, crucé las patas y me puse a escuchar el programa de radio por Twitter, conducido con estricta responsabilidad por parte de la moderadora, una fulana que no recuerdo que les dio la oportunidad a dos muchachos, integrantes de Pacto Histórico para exponer y defender los atributos del gobierno “pinturista”.
Para evitar repetir la misma cháchara que se viene pronunciando desde que inició la revocatoria, sólo basta decir que se mencionaron: Hidroituango, las denuncias por “Buen Comienzo”, posibles actos de corrupción, que el Grupo Empresarial Antioqueño, que lo uno, que lo otro, que Fajardo es precioso, que Alonso también, la misma vaina…
Lo que sí impresionó fue la -logorrea-, ese empleo excesivo y ametrallador de palabras al hablar cuando se alcanza un alto estado de excitación que padece el cabildante Daniel Duque, ¡qué diarrea verbal tan bárbara tiene ese muchacho, habla y habla sin respirar, necesita ingesta de ritalina ya!…
En su orgasmo mental que lo hace eyacular palabras, palabritas y palabrotas a mil por hora, Duque Velásquez sostuvo que en la historia republicana de Medellín: “sólo le han gustado las administraciones de Fajardo y Alonso porque no fueron corruptas” en las de Aníbal y Federico “le hubiese gustado haber liberado sus respectivas revocatorias”. “Juventud divino tesoro”, a este pobre güevoncito le falta vivir mucho.
Para evitar confundir al lector, no estoy afirmando que en los gobiernos de Gaviria y Gutiérrez no se presentaron posibles casos irregulares, pero lo que también hay que enfatizar es que calificar las alcaldías de Fajardo y Salazar de absolutamente “zanahorias” y perfectas, también es impreciso, fantasioso, además de mentiroso…
“La traba política” tan hijuemadre en la que vive Daniel Duque lo llevó, además, a revelar ante la audiencia de ese Space de Twitter que fue más que insistente para que Alonso Salazar se inscribiera en una campaña al Senado de la República por su talento, por ser un hombre probo, integro, bello, con experiencia y sin ánimos electoreros. No logró convencerlo, por la sencilla razón que el mismo Salazar sabe que conseguir votos no es tan fácil y que el desgaste tiene alto precio…
Lo otro que tiene que ver con el exalcalde Salazar Jaramillo es lo referente al rifi rafe que sostuvo con el colega Juan Carlos Hurtado, director del portal granciudad.net
Alonso, quien al parecer olvidó una que otra cagada que cometió durante su gobierno, se refirió nuevamente a la discusión que algunos políticos ponen en tela de juicio cuando la prensa no les es favorable: la financiación de empresas de información.
La discusión entre Hurtado y Salazar, este último excelente escritor, amor no quita conocimiento, pero pésimo, perverso político que destruyó su reputación desde que decidió participar en la actividad electoral junto a Fajardo que va de nalgas en su nuevo intento por ser presidente de Colombia; es más de forma que de fondo.
Alonso, con quien fumé uno que otro cigarrito, Marlboro Blanco, y diga que no es cierto, en su despacho de la secretaría de gobierno cuando Fajardo se desempeñó como alcalde hace 18 años nada más, señaló a Hurtado de vivir a expensas de los dineros del Estado, del gobierno para poder subsistir. Y quién no, pregunto…
En menor o mayor proporción, no sólo los medios de comunicación, sino también, pequeños, medianos y grandes empresarios, patrocinan a políticos con el fin de continuar mamando de la enriquecida y rica leche presupuestal que sale de la teta del gobierno…
Repito, el asunto es más de forma que de fondo. Los propietarios de las grandes empresas de información masiva viven y conviven en cocteles con políticos de turno, dueños del lapicero, este ayudó en campaña, come; este no, sale pa’pintura…
Luego de esa tarea, de ese lobby, los comerciales de las grandes empresas periodísticas a través de sus agencias se las ingenian para adelantar el trámite publicitario, el papeleo, ¡eso si es profesionalismo!…
Me acuerdo mucho de mi amigo y colega Douglas Balbín, excelente periodista, pero no vende un jugo de lulo bajo el calor de Bolombolo. Pudo haber heredado el Noticiero Económico de Jota Enrique Ríos que vendía una loca preñada en dilatación nueve, pero como no tiene nada de agente comercial, bajo el argumento de que los periodistas no venden, esa empresa desapareció…
Repito nuevamente, el asunto es de forma. La animadversión que en entidades públicas les tienen a pequeños y medianos medios de información es porque todavía falta reflexionar en lo que significa tener una empresa.
A las pequeñas empresas periodísticas les falta, uno, cobertura, dos, relaciones públicas, tres, no revolver lo comercial con lo periodístico, y cuatro, diría yo, tacto para evitar verse ante los representantes del establecimiento gubernamental como lagartos con una agenda de los 80 bajo el sobaco. Así nos ven…
“Una empresa periodística es una organización con ánimo de lucro, sin ánimo de pérdida con responsabilidad social”, esa es mi definición teniendo en cuenta que hacer periodismo, según acepción de George Orwell, con la que también me identifico es: “hacer periodismo es hacer incomodar a alguien, lo demás son relaciones públicas”.
A mi modo de ver, lo que pasa es que en la actualidad hay que hacer las dos actividades, porque tampoco se puede pretender que un periodista viva de la fotosíntesis para pagar obligaciones, además, que es bueno recalcar que, en una ciudad como Medellín, no tiene los suficientes puestos, cargos en medios de información para contratar la cantidad de egresados que cada seis meses trasbocan las facultades de periodismo.
Ahora, volviendo al comentario de Alonso Salazar con el que increpa a Hurtado por vender servicios en el gobierno, sería chévere conocer cómo hace él para vivir de sus libritos…
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