La anécdota: Seguí desde el primer momento la transmisión radial de los resultados de los comicios del pasado 13 de marzo hecha por la unión de Caracol Radio, La W Radio y del grupo Prisa.
Con lágrimas en su voz los presentadores daban los resultados de la Coalición Verde Centro Esperanza, que no llenó las expectativas de nadie, creo que hasta las puertas de las propias casas de los precandidatos fueron cerradas. Triste entierro el de un grupo político, que con la excepción de Fajardo y de Robledo, se mostraba como coherente y de alguna manera hasta ingenuo.
Los resultados: pocas sorpresas arrojaron los resultados de las elecciones de Congreso y Consultas interpartidistas presidenciales. El Pacto Histórico logró lo presupuestado, cinco millones quinientos mil de votos y como ñapa la aparición de una nueva figura electoral, Francia Márquez, quien se perfila como una candidata con verdadera posibilidad de obtener las llaves de la Casa de Nariño, dentro de cuatro años, eso sí, si este próximo cuatrenio se empieza a tejer un proyecto de largo aliento para gobernar desde la izquierda.
Los triunfos de Fico y Fajardo estaban presupuestados por las encuestas que acertaron de manera total en sus diagnósticos. La conformación del Congreso mostró una fuerza aplastante, el Pacto Histórico, y el debilitamiento de la contraparte ideológica, Cambio Radical y Centro Democrático quienes fueron los derrotados de las presentes elecciones. Los godos y los liberales de nuevo deben estar al acecho como gato en machucadero esperando en qué momento hacer la jugada con la que, como siempre, ganen algo de burocracia con que mantenerse.
La lectura: el triunfo de la izquierda en el país es inobjetable, con esto se castigó la horrorosa presidencia del sepulturero Duque que hizo su papel de manera indiscutible, darle entierro de tercera al Centro Democrático que perdió cerca del 40% de curules en el Congreso. Así mismo es necesario destacar la forma como se castigó al Partido Cambio Radical, que en el imaginario colectivo (no tan imaginario), ha sido la casa de albergue de los políticos más corruptos del país.
La aparición de la nueva figura electoral de la izquierda, Francia Márquez será un peldaño bien complicado que superar para Petro, pues sus casi 800.000 votos la ponen en un renglón protagónico, sin embargo, será necesario que dentro de Pacto Histórico se haga un análisis con cabeza fría de este resultado, pues muchos de esos votos fueron en contra del candidato ganador y en las elecciones presidenciales muy seguramente no sumarán.
Dentro de los derrotados está Fajardo y su Coalición, definitivamente los egos no cupieron en esa gallera que basó su campaña en ventilar peleas intestinas entre sus miembros. Debe estar Ingrid sobándose las manos.
La derrota de Centro Esperanza nos avisa también que la radicalización del país está en pleno apogeo y que los electores estamos esperando decisiones de fondo, no paños de agua tibia.
Los partidos Nuevo Liberalismo y Salvación Nacional, de los Galán y los Gómez respectivamente están en el limbo, pero independientemente de que logren o no alcanzar el umbral electoral requerido para mantenerse, se demuestra que la historia no pesa mucho en las elecciones y, además, como lo deben estar sintiendo los candidatos de Centro Democrático, los votos no son endosables.
Sin embargo y pese al gran golpe sufrido por los partidos más representativos de la derecha, esa ideología fue una de las más ganadoras al encontrar en Fico un candidato que aglutina gran parte de los seguidores de esa tendencia. Lo acepte o no, Gutiérrez será el representante de Uribe y lo que encarna y esto en la actual coyuntura es tabla de salvación para quienes todavía añoran la seguridad democrática y despotrican del Acuerdo de Paz.
Las elecciones a Congreso mostraron, además, que nuestra democracia, la que dice defender Fico, es asunto de clientelismo y maquinaria, gran parte de los actuales congresistas cuestionados volverán para continuar en sus mismas andadas y nos recuerda que la indignación del país contra los políticos de siempre termina con el tamal, los $50.000, la teja o con una palmadita en la espalda.