El negociazo entre los candidatos presidenciales Rodolfo Hernández y Sergio Fajardo era imposible por la sencilla razón que ambos tienen egos tan grandes que no estarían dispuestos a declinar sus propias aspiraciones. Ese presunto acercamiento fue mera alaraca…
Fajardo, quien a veces funge de inteligente, hizo la propuesta debido a que la única opción que pretendía era que Hernández adhiriera a su campaña de Centro Esperanza, si se tiene en cuenta que el exgobernador de Antioquia no puede sumarse a otra por haber participado de una consulta interpartidista, de hacerlo incurriría en una falta electoral.
Lo que no pensó Fajardo fue en que Rodolfo le iba a ganar en la última medición que realizó Invamer la semana pasada en la que sacó el 13% de intención de voto muy por encima del 6% del exmandatario antioqueño.
Así las cosas, a Sergio se le volteó la torta porque fue el mismo exalcalde de Bucaramanga el que le pidió que adhiriera a su campaña, argumento que basó en los resultados de dicha encuesta.
Lo claro es que Fajardo no cometerá la misma idiotez de hace 4 años cuando, derrotado, se fue a avistar ballenas a Nuquí, esta vez, también derrotado, tomará por lo menos la decisión para intentar orientar el 1’200.000 (millón doscientos mil) votos que proyectan, obtendrá, según las encuestas, en la primera vuelta presidencial el domingo 29 de mayo de la presente anualidad.
Con el ingeniero Rodolfo Hernández tuve la posibilidad de cruzar un par de palabras en el parqueadero de Telemedellín, estaba con el excandidato a la gobernación Mauricio Tobón quien está cabestreando su campaña en Antioquia.
En el encuentro le dije a Hernández quien es Sergio Fajardo como político, le conté sobre algunas de las “deposiciones” que ha hecho y de cómo las tapa como gato en arenero, además de las “fulcas” de su hermano y las de su difunto papá Don Raúl. Rodolfo sólo abrió los ojos y se hizo el güevón como si no fuera con él…
El futuro político para Rodolfo y Fajardo está escrito, ninguno de los dos pasará a segunda vuelta en junio, pero hay grandes diferencias. Rodolfo, solo, sin alianzas y sin fuerza parlamentaria obtendrá una votación que podría sobrepasar los 3’000.000 (tres millones) de votos. Fajardo, por el contrario, quedará enterrado porque no sacará ni siquiera los votos que logró la coalición Centro Esperanza durante la consulta del mes de marzo.
Las sumas a unos 20 días para la primera vuelta presidencial podrían ser, según yo, de la siguiente manera con un buen margen de error debido a que no sabemos como se va a comportar el porcentaje de abstencionistas, además del voto de los jóvenes que sólo participa el 11%.
De acuerdo con la Registraduría en Colombia al 29 de abril se encuentran inscritas 39’002.239 (treinta y nueve millones dos mil doscientas treinta y nueve) personas habilitadas para votar de las que 18’890.331 (dieciocho millones ochocientas noventa mil trecientas treinta y una) son hombres y 20’111.908 (veinte millones ciento once mil novecientos ocho) mujeres.
El abstencionismo hace cuatro años fue del 45% y si se mantiene serían unas 17’550.000 (diecisiete millones quinientas cincuenta mil) personas que no saldrían a votar.
Eso significaría que el domingo 29 de mayo saldrían a primera vuelta presidencial 21’450.000 (veintiún millones cuatrocientos cincuenta mil) personas.
Podríamos decir entonces que, promediando encuestas de firmas acreditadas ante el Consejo Nacional Electoral, CNE, la votación podría ser, más o menos:
• Gustavo Petro 40%: 8’580.000 votos
• Fico Gutiérrez 30%: 6’435.000 votos
• Rodolfo Hernández: 13%: 2’700.000 votos
• Sergio Fajardo: 6%: 1’200.000 votos
• Total 89%: 18’915.000 votos
El 11% restante representan 2’535.000 (dos millones quinientos treinta y cinco mil) votos que obtendrían el resto de los candidatos Íngrid Betancur (1%), Enrique Gómez (1%), John Milton Rodríguez (1%), Luis Pérez (0,2%), además del NS/NR (4%), VB (5%).
Repito, cuentas más o menos, teniendo en cuenta un abstencionismo del 45% que muy probablemente disminuya por la actual coyuntura política polarizada que afronta el país, disminuye el abstencionismo, sube el número de votos, eso es lo que veremos…
Lo que también es cierto a estas altura de la larga, tediosa, polarizada y a veces violenta campaña es que existen dos certezas, una, hay segunda vuelta, lo que dificultaría la posibilidad a Gustavo Petro, como hace cuatro años para llegar a la Casa de Nari, y la otra, el 30 de mayo, habrá que barajar nuevamente porque el presidente de Colombia en segunda vuelta entre Petro y Fico, será el que diseñe en la recta final la mejor estrategia.