Para nadie es un secreto que una de las entidades estatales más importantes en un ente territorial es, sin duda alguna, las personerías municipales por la sencilla razón que se encargan de velar, defender y evitar la violación de los derechos humanos, además de vigilar el comportamiento ético, organizacional y administrativo de cada uno de los funcionarios y servidores que laboran en de cualquier localidad.
En el caso de la Personería de Medellín, una de las más importantes del país, que este 2022 llega a los 90 años de existencia, se ha caracterizado las últimas décadas por defender las poblaciones más vulnerables de la ciudad como los desplazados por la violencia, habitantes de calle, las familias asentadas en zonas de riesgo e integrantes de la comunidad IGTBIQ+, víctimas permanentes de la discriminación.
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La Personería Distrital, una entidad, que ha coadyuvado a la transformación de la calidad de vida de los ciudadanos a través de la protección de los derechos fundamentales, necesarios para la construcción de una sociedad, atraviesa por un inconveniente, que, aunque pequeño torpedea las labores cotidianas de la organización.
Por más de 20 años, la Personería funcionó, operó desde el piso 11 del edificio de la Alcaldía de Medellín, ubicada en el Centro Administrativo La Alpujarra. Con el ánimo de marcar más independencia de los gobierno de turno, sus instalaciones fueron trasladadas al sótano en donde se encuentra el edificio de La Libertad.
En cada temporada invernal, las inundaciones de la Personería de Medellín son más que permanentes, situación que obstaculiza el trabajo de cada uno de los funcionarios del Ministerio Público, generando retrasos para cumplir con su misión.
El traslado, la reubicación de las instalaciones de la Personería es más que urgente y será una tarea prioritaria no sólo para el próximo jefe del Ministerio sino también para los próximos concejales y alcalde de la ciudad.
Con 90 años encima, 18 lustros, la Personería de Medellín se ha encargado de vigilar la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas, aportado a la solución de conflictos, al fortalecimiento, respeto y garantía de la justicia social y la protección de la democracia.
A través del Acuerdo 63 de 1932, se creó la Personería de Medellín cuyo orientador, después de una Reforma Constitucional, facultó al Concejo para elegir anualmente al jefe de dicha entidad.
En 1992, mediante el Acuerdo Municipal 17, aprobado por Concejo, la Personería asumió nuevas funciones como vigilar la contratación en la administración municipal.
El jefe del ministerio público, el abogado William Yeffer Vivas Lloreda dirige desde el 2020 la Personería con el propósito de que, en el Siglo XXI, la entidad sea reconocida internacionalmente como líder en la protección y promoción de los Derechos Humanos y la vigilancia de la conducta oficial.