La aceptación de la renuncia del Secretario Seccional de Salud de Antioquia, Héctor Jaime Garro, quien venía desempeñándose en el cargo desde el inició del nuevo Gobierno Departamental estaba más que cantada.
Garro, que por varios periodos estuvo sentado en la Asamblea Departamental, cometió el pecado más común de los políticos: LA OMISIÓN.
Una de las tareas de la Secretaría Seccional de Salud es la supervisión de cada uno de los procesos asistenciales, contractuales y financieros de los hospitales públicos de propiedad del Departamento.
La falta de celeridad en la toma de decisiones fue lo que a Garro como secretario, y además, representante del mandatario seccional en cada una de las juntas directivas de hospitales, lo sacó del puesto.
Conocidas las denuncias sobre las presuntas irregularidades que se vienen presentando en hospitales como el de Caucasia y La María, Héctor Jaime Garro metió la cabeza en la tierra como el avestruz para minimizar los hechos y pasar de agache porque algunos de los que administran esos centros asistenciales, al parecer, son sus amigos.
No solamente son los presuntos actos de corrupción en hospitales públicos los que le cortaron la cabeza al Secretario Seccional de Salud de Antioquia. Garro también tenía bajo su responsabilidad la supervisión para la óptima prestación de servicios quirúrgicos especialmente cirugías estéticas, que por estos días, tienen la reputación en el suelo. Tampoco cumplió esa tarea. De “muy flojito” lo calificaron en el piso 12 del Edificio Departamental…
Las víctimas de malos procedimientos estéticos y los familiares de pacientes que murieron por cirugías realizadas por personal sin contar con la idoneidad profesional dan cuenta también, que quien vigilaba, lo hizo muy mal.
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“MATANDO MARRANO”
Con la salida de Garro tampoco se conoció su posición sobre las actividades de la Asociación Sindical de la Salud de Antioquia, SINDISALUD, cuestionada por haber sido conformada, al parecer, de manera irregular.
Galenos que aparecen relacionados en su conformación de la Asociación, instauraron denuncias ante la Fiscalía debido a que por un lado, no participan de la actividad sindical, y por el otro, les falsificaron sus firmas que aparecen en la creación de SINDISALUD.
Lo cierto es que interesados en supervisar las actividades de SINDISALUD se encuentran a la expectativa sobre la manera, también presuntamente irregular, en la que vienen recaudando dineros a empleados del Hospital de Caucasia por concepto de una natillera, bastante especial, ahora en temporada de matar marrano…
