De acuerdo con Edwin Gil Tobón, uno de los tumbados por Mauricio Vélez Cadavid, además de las clínicas hacen parte de la red, empresas como Medicarte, Audifarma, Inversiones YM S.A, Industrias Médicas San Pedro e Inversiones Oportunas.
La manera en la que operan las empresas mencionadas es bastante sencilla: yo con yo. Todas se autocontratan para beneficiarse del Sistema Nacional de Salud, generando un importante flujo de recursos que va a parar a dicha estructura.
El esquema organizacional de la red privada de servicios de salud opera bajo evidentes conflictos de intereses específicamente en la contratación de medicamentos de alto costo para la osteosíntesis a las empresas Medicarte, Audifarma e Industrias Médicas San Pedro, explica la denuncia penal radicada en la Fiscalía General de la Nación por el grupo de abogados dirigidos por el exfiscal Alfonso Gómez Méndez.
Estratégicamente, dice la denuncia, la red comandada por Vélez Cadavid involucra a empresas e instituciones que requieren para su operación la suficiente complementariedad de servicios, aspecto que posibilita la generación de «demanda inducida», uno de los graves problemas que afectan la estabilidad del Sistema Nacional de Salud en el país.
Esa «demanda inducida» que genera la ordenación de servicios y medicamentos de alto costo es una de las causas que posibilita los “recobros” al Fondo de Solidaridad y Garantías, FOSYGA, situación que amerita, por parte de los organismos de control del Estado, una exhaustiva y rigurosa auditoría.
Los denunciantes coinciden que esta red, integrada por “empresarios de cuello blanco”, es una poderosa estructura que se autoprescribe y se autoabastece de material de osteosíntesis y medicamentos incluidos los de alto costo, además que contratan con entidades públicas y privadas entre las que se cuentan el Grupo SURA, la Nueva EPS y Savia Salud EPS.
Igualmente, con relación a los medicamentos, dispositivos médicos e insumos fundamentales para la atención en salud, especialmente los no regulados, la red define y controla los precios de transferencia a las IPS de su propiedad, que con el control que ejercen sus propios médicos, les genera más beneficios a su estructura en detrimento de las aseguradoras púbicas y privadas, manera en la que adquieren los recobros de muchos de los servicios al FOSYGA con todo lo que representa para un sector en crisis.