Cuando los empresarios antioqueños le preguntaron al Jefe Natural del Partido Centro Democrático si apoyará la campaña presidencial de Germán Vargas Lleras respondió que no.
La encrucijada de Álvaro Uribe tiene que ver con que en el momento no puede aceptar alianzas o convenios con otros candidatos porque se le desajusta su colectividad en la que están cabresteando cinco precandidatos que ni fu ni fa, debido a que carecen de percepción, liderazgo, credibilidad y fuerza electoral reflejada en las encuestas en las que no pasan del 1%.
Sin embargo, existen “compromisarios” de lado y lado que han conversado de una posible alianza sobre la base de los resultados electorales de la primera vuelta presidencial en el mes de mayo de 2018. Los panoramas serán bastante divertidos una vez se definan los candidatos oficiales de las coaliciones que se han presentado hasta el momento, punto de partida para que Centro Democrático tome determinaciones y Vargas también.
Definido el candidato de la “Coalición Colombia” entre Fajardo, López y Robledo se mueve la baraja. Eso sí, existe una certeza, ni López ni Robledo tienen opción para competir por la Presidencia de la República, de pronto Fajardo…
El asunto es que tanto Vargas como Uribe, se la están jugando para pasar a la segunda, aspecto que fortalecería la propuesta del exvicepresidente por la sencilla razón que más fácil negocian con él los que apoyaron el “sí” de los acuerdos con las Farc que irse al lado de la “derecha radical”.
Ahora, si a la segunda vuelta presidencial pasan Vargas y Fajardo pues ya se sabe para dónde pega Centro Democrático, y si pasan CD y Fajardo no es difícil determinar para donde arranca Vargas.
