Entre los desaciertos de la campaña “Colombia Humana” de “Tavo” Petro se encuentra la propuesta de comprarle las tierras de los ingenios azucareros a Carlos Ardila Lülle en el Valle del Cauca, con el propósito de entregarla a los pequeños y medianos productores.
Sin desconocer que Petro se convirtió en las elecciones presidenciales en un fenómeno político, debe reconocerse que en ocasiones el candidato suelta la lengua más de la cuenta, lo que le resta puntos en el momento de consolidar una posibilidad de poder real.
Aunque Petro no habló de expropiación, Ardila y al resto de los integrantes del Estado vieron como una amenaza esos pronunciamientos que generaron que los empresarios le metieran más presupuesto a las campañas de derecha.