A Comfama, le urge un “aguanilé”. Para la Santería, ese sincretismo, resultado de varias manifestaciones religiosas de África y Europa, significa “agua bendita” y “limpieza de la casa”. Esa es la urgente tarea de la Contraloría General de la República y la Superintendencia de Subsidio Familiar, limpiar la Caja de Compensación Familiar con la ayuda de algún santero para sacar el demonio que hay en la dirección.
Estos dos inoperantes, permisivos e ineficaces organismos de control en su tarea de auditar las Cajas de Compensación en el país, deberán levantar las alfombras de Comfama para encontrar cositas.
Incómoda quedó la Dirección después de conocerse los enredos en los que están incurriendo varios de los integrantes de staff de altos empleados. Lo que más les dañó el caminado a este grupo de filántropos fue lo concerniente al desarenador del Parque Recreativo de Rionegro en el que se encuentran perdidos unos $450’000.000 (cuatrocientos cincuenta millones de pesos) que, si la justicia funciona, podrían vincular a María Inés Restrepo de Arango en una investigación por un presunto detrimento patrimonial.
Conocida la denuncia, la cúpula directiva se encerró a diseñar una estrategia con el fin de evitar un escándalo de mayores proporciones. Una de las propuestas fue buscar al viejo mejor amiguis del Gobernador, Horacio Vélez de Bedout, al Representante a la Cámara Juan Felipe Lemus, quien tiene una hermanita en la entidad y a otro empleado Juan Felipe Builes, sobrino del peor mandatario seccional que ha tenido Antioquia en toda su historia, para que ayuden con el lobby, con el propósito de bajar la expectativa frente a las presuntas irregularidades que se están presentando.
Lo cuestionable de esta logia de “amantes de la humanidad”, es que les preocupa más la filtración del audio, que evidencia el desgreño administrativo de Comfama, en vez de aclarar ante la opinión pública, las presuntas irregularidades financieras que padecen en la actualidad.
CAZA DE BRUJAS
Conocidas las presuntas irregularidades del Desarenador de Rionegro, el Subdirector de Recreación, Carlos Mario Londoño junto al Jefe de Control-Gestión, Fernando Yepes, el Jefe de la Unidad de Gestión Humana, Andrés Blair y el Subdirector de Servicios, Luis Ignacio Pérez se pusieron en la tarea de desenterrar a “los sapos” que entregaron el audio y la información que evidencia la falta de eficiencia y eficacia en algunos de los proyectos que se han ejecutado.
La cosa es tan grave que el mismo Jefe de Control-Gestión, Fernando Yepes advirtió que ya tienen identificados al par de “sapos” a quienes les van a aplicar la ley, pero al parecer no existen argumentos legales, y por el contrario, lo que pretenden, es asustarlos para hacerlos renunciar.
Sin embargo, los que deben estar más preocupados son los representantes legales de las empresas afiliadas que entregan mensualmente el 4% de la nómina de sus trabajadores a Comfama, para que algunos pocos administren esos recursos como la caja menor de una tienda de barrio. Ver denuncia
EFECTO MAQUILLADOR
La historia del desarenador de Rionegro es vieja, lo que pasa es que no se conocía. Sobre esa mala construcción que debe tener desvelada a María Inés, se sabe que el 14 de marzo de 2012, una cuadrilla de trabajadores de una empresa particular con motobombas y retroexcavadora al hombro, pretendió borrar las evidencias del pésimo trabajo, retirando la sedimentación del estanque y maquillando un poquitín los lagos.
Esa “vuelta” no funcionó puesto que los investigadores de la Universidad Nacional contratada por la misma Jefatura de Control-Gestión, con el fin de evidenciar presuntas irregularidades en la Subdirección de Operación, logró verificar los problemas de la obra ejecutada por la firma Villegas Ramírez, que según el Certificado de la Cámara de Comercio no es constructora, sino una empresa de consultoría. Ver documento
Lo cierto es que en el desespero de las Directivas de Comfama por tapar el extravío de los 450 palitos, tienen en la actualidad a punto de un infarto a María Inés Restrepo puesto que en varios círculos de poder de la ciudad están dudando de su honorabilidad.