Por: Aurelio Suárez Montoya, Bogotá, abril 6 de 2010
Así como la sabiduría popular enseña que el aguacate envuelto en papel periódico madura más rápido, igualmente algunos medios tratan de acelerar el proceso político de maduración de ese agrupamiento conformado hace unos meses por personas de disímiles orígenes, trashumantes por muchas organizaciones y ahora amontonados como los “Verdes”. Haciendo salvedad de sus trayectorias e inconsistencias, se les eleva hoy a auténticos depositarios del voto de opinión.
Pero no sólo el “voltearepismo” es factor común de “los Verdes”, también lo es su práctica política. La administración de Bogotá durante trece años, de 1995 a 2007, aplicó con rigor el neoliberalismo y sus mandatos privatizadores, benefició a unos cuantos poderosos y firmas internacionales, mientras persiguió a quienes trataban de sobrevivir en “el rebusque”.
Los habitantes de la Capital vieron en ese lapso cómo la Empresa de Energía fue entregada a menosprecio al control de socios minoritarios y descapitalizada en 1.700 millones de dólares. Vieron cómo se cedió la operación comercial del Acueducto a empresas particulares, entre ellas a los Nule, y cómo el metro cúbico de agua se volvió el más caro del país. Vieron cómo los fondos de pensiones fueron insertados en la propiedad de la ETB y cómo se ofrendó el transporte, mediante Transmilenio, a grandes empresarios, configurando el negocio más leonino de la historia de la contratación pública, justificando estos abusos tras la mampara de “alianza público-privado”.
La transparencia tampoco es trofeo de los “Verdes”. Por ejemplo: los sobrecostos en la presa de Cantarrana sobre el río Tunjuelo; los bolardos y las “peña-lozas” en la Caracas; el detrimento patrimonial al Distrito por 23 mil millones en la concesión del chance en 2007; el sobre-avalúo de lotes para los macro-colegios; los millonarios contratos de aseo pagados por años sin cumplir el reciclaje; las pestilencias contra las comunidades circundantes del relleno Doña Juana; el desaguisado con la descontaminación en El Salitre; la licitación de las obras de la 26 concedida a los Nule; el convenio de la planta de agua de Tibitoc, que sextuplicó el costo del metro cúbico. Todos son hechos en investigación judicial.
Entre tanto, los trabajadores distritales y de los hospitales públicos fueron tercerizados; un millón de bogotanos deben desplazarse a pie; 50% de los capitalinos empleados tienen salarios de subsistencia o menores; 250 mil suscriptores del acueducto son desconectados cada año, y generaciones de estudiantes de la Universidad Nacional pagan altas matrículas o soportan exclusión desde cuando Mockus ingenió el cobro escalonado.
El truco político del momento es montar un comodín que neutralice los candidatos presidenciales indeseados por el establecimiento, concentrando el debate solamente en cómo pasar a segunda vuelta. Prestarse a esto es otro capítulo más del obscuro historial de los llamados “Verdes”.
Outra Colômbia é possível!!
Outra Colômbia é possível!!
Este miércoles a partir de las 9:00 de la mañana, el Concejo de Medellín analizará la situación de seguridad de la ciudad y los aspectos relacionados con los compromisos por parte de la Alcaldía.
A la sesión fueron citados los titulares de Gobierno y Metroseguridad para que informen sobre los aspectos referentes a la inversión en infraestructura, equipos y tecnología.
Fueron invitados el Comandante de la Policía Metropolitana, el Comandante de la Cuarta Brigada y la Directora Seccional de Fiscalías.
Estos temas serán debatidos por iniciativa de los concejales integrantes de las bancadas de los Partidos de la U y Conservador.