Pamela Cascardo Ramírez es una odontóloga de profesión, egresada del CES, quien empezó a laborar como persona natural en la Caja de Compensación Familiar, Comfama, en el año de 1991.
En 1996 por solicitud de la entidad conformó la empresa PCR SALUD SAS, como requisito indispensable para continuar prestando los servicios de odontología en el Centro Integral de Servicios, CIS, de Comfama ubicado en el barrio Belén en inmediaciones de la carrera 76, contiguo a un conocido supermercado de cadena.
Después de 20 años de prestar sus servicios, de participar en las respectivas licitaciones, de haber realizado inversiones en el local y de pagar personal administrativo y profesional, a mediados del año 2011 empezó el rumor sobre la cancelación de los servicios del CIS.
A raíz de las especulaciones frente al cierre del Centro, Pamela Cascardo solicitó por más de tres veces una cita con la directora María Inés Restrepo con el propósito de aclarar la situación. Restrepo de Arango, como hacen los políticos generalmente, se escondió debajo de su escritorio para no atender la muchacha.
Después de mitad de año de 2011, Pamela Cascardo, Representante Legal de PCR SALUD fue convocada a una reunión liderada por el asistente del Subdirector de Salud Gustavo Escobar y el Auditor Luis Alfonso González, quienes le ratificaron la sospecha, el cierre del CIS de Belén.
Posteriormente le notificaron que trabajaba con Comfama hasta el 31 de octubre de ese mismo año y le entregaron una carta con la que pretendían evitar que Cascardo Ramírez los involucrara en algún tipo de demanda. Hasta acá no hay novedad, cada empresa está libre de contratar servicios o productos con quien le plazca, mientras se ajuste a la ley y a las normas de contratación.
¡LAS PUTAS LLAVES!
La odontóloga Pamela Cascardo Ramírez, Representante Legal de PCR SALUD se fue con la cancelación de contrato para donde su Abogado Alejandro Ochoa Botero, con el objeto de consultar sobre la suspensión abrupta de su relación laboral con Comfama y sobre cuáles son las normas comerciales que la protegen.
Cuando las directivas de la Caja se dieron cuenta que el apoderado de la odontóloga era Ochoa Botero, tanto Cascardo y el Abogado fueron invitados a una reunión por parte de la Subdirectora Jurídica de Comfama, Lina Palacio.
Cuenta el mismo abogado Alejandro Ochoa que la reunión empezó más que amable, agradable, incluido el tuteo y el abrazo de amiguis, característica fundamental de la gente que “trabaja por los pobres”…
PCR SALUD tenía dos contratos con Comfama, uno por el suministro de servicios odontológicos y otro por el arrendamiento del espacio, del local que estaba ubicado en el Centro Integral de Servicios de Belén.
Cuentan los quejosos que en la reunión, la Subdirectora Jurídica de Comfama, Lina Palacio solicitó las llaves del local que tenía en arrendamiento, que obviamente no se entregaron por decisión del Abogado, apoderado de PCR SALUD. Después de ese encuentro hubo una llamada telefónica por parte Lina Palacio, quien con “tonito jurisconsulto” quiso amedrantar al abogado Ochoa Botero para que entregara las llaves. Dicha conversación culminó con tirada de teléfono.
Los abogados apoderados de Comfama para este pleito intentaron conciliar con la odontóloga a través de su Abogado pero no lo lograron, aspecto que los llevó a que en el año 2012 intentaran dilucidar la situación a través de un Tribunal de Arbitramento en la Cámara de Comercio de Medellín, cuyo árbitro fue Guillermo Montoya Pérez, quien falló en favor de la odontóloga. La pretensión de Comfama era la terminación del contrato de arrendamiento para que se devolviera el local. Ver laudo