La contienda electoral que atraviesa el país (se debería decir, sufre el país), es a sangre y fuego. Denuncias van, denuncias vienen, fuego amigo se detecta al interior de las mayorías de coaliciones donde los egos no caben.
Pero también hay una guerra intestina entre la clase dirigente tradicional y el movimiento, ya no sectorizado ideológicamente como de izquierda, de Gustavo Petro. La permanente adhesión de diferentes líderes y movimientos han fortalecido electoralmente al Pacto Histórico, pero al mismo tiempo le han quitado tranquilidad y han abierto fisuras “morales” por donde ser atacados.
Entre los mismos también se pelan los dientes, la desesperanzadora Coalición Centro Esperanza, arremete contra Equipo por Colombia, y el candidato uribista (todos los son menos Petro) ataca a Fajardo y su séquito, Hernández, quien como pez morirá por la boca, niega todo, pero a todo le coquetea y en esas lanza diatribas e insultos a sus contradictores (muy parecido al actuar del actual alcalde de Cartagena).
Y mientras la atención se centra en las elecciones presidenciales, los congresistas buscan reelegirse a cualquier costo, costo que en efectivo o en especie pagaremos los colombianos, pues tendrán cuatro nuevos años para hacer efectiva la cuenta de cobro.
En este campo de batalla parece no quedará títere con cabeza, los debates, que están de moda en cada casa comunicadora, lo único que aportan es el insulto nuevo al otro, incluso los moderadores y periodistas que intervienen salen cuestionados por la parcialidad con la que han manejado el asunto.
Los medios de comunicación y redes sociales juegan un papel preponderante, son algo así como los misiles de largo alcance para contrarrestar las mentiras o verdades a medias, va a hacer la tarea de los candidatos cuando entren en la recta final de este acelerado proceso.
Ese es el actual panorama y muy seguramente será nuestro futuro a no ser que en elecciones haya una contundente victoria a favor de algo diferente, que no se sabe si será mejor o peor, pero por lo menos que no sea lo mismo.