En el pintoresco municipio de Jardín, donde el verde de las montañas se mezcla con los vivos colores de las fachadas coloniales, la familia Flórez ha tejido una historia que trasciende generaciones.
En el pintoresco municipio de Jardín, donde el verde de las montañas se mezcla con los vivos colores de las fachadas coloniales, la familia Flórez ha tejido una historia que trasciende generaciones.
Marcos Flórez, oriundo de este encantador pueblo, creció entre el aroma de la madera recién cortada y el eco de las herramientas en el taller de carpintería que durante décadas lideraron su abuelo y su padre.
Desde niño, Marcos encontró en la carpintería algo más que un oficio: era un arte. Observaba con fascinación cómo su abuelo moldeaba la madera con una paciencia infinita, transformándola en piezas que decoraban hogares y a su vez, contaban historias de esfuerzo y dedicación.
Su padre, siguiendo la tradición, perfeccionó las técnicas aprendidas y dejó su huella en el pueblo al fabricar algunas de las icónicas sillas del parque principal, esas mismas que hoy son testigos silenciosos de conversaciones, risas y momentos de descanso de propios y turistas.
A medida que crecía, Marcos entendió que la carpintería fue y es una habilidad manual y su conexión con las raíces. Decidió continuar el legado familiar, impregnando cada pieza que fabrica con el amor y la dedicación heredados. Su taller, ubicado en el corazón del pueblo, se convirtió en un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan. Las manos de Marcos, curtidas por los años, dan vida a muebles, piezas talladas con esmero que llenan de calidez los hogares de Jardín.
Hoy, las creaciones de los Flórez embellecen espacios, son un símbolo del espíritu de su comunidad. Cada silla del parque es una invitación a detenerse, a disfrutar del paisaje y a recordar que detrás de cada detalle hay una historia de tradición y pasión.
Marcos Flórez, con su oficio, mantiene vivo el legado de su abuelo y su padre, es un guardián de la identidad de Jardín, demostrando que la madera puede ser tan eterna como las montañas que rodean este pueblo.
