La creación de este Blog, generó muchos comentarios, especialmente de colegas y enemigos. Uno de ellos me critica por que no encuentro político honesto y limpio, y además por no encontrar nada positivo de que hablar y escribir.
Políticos no encuentro buenos ni limpios. Sí alguien tiene un nombre, lo estoy esperando. Sin embargo, encuentro mil cosas bellas y buenas en mi ciudad.
Me alegra el apoyo a esta iniciativa del periodista Juan Carlos Hurtado, director del programa radial “Gran Ciudad” que se emite todos los días entre las 6:00 pm y 6:30 pm por Radio Súper 710 AM. A Juan le agradecemos su aporte como columnista invitado en PUNTO DE VISTA
Por Juan Carlos Hurtado Ochoa
La concejala Aura Marleny Arcila Giraldo nos hizo recordar recientemente un proyecto que presentó y que fue sancionado por el alcalde Sergio Fajardo en 2005 denominado: “Medellín ciudad jardín de América Latina”. Nos hizo recordar esa iniciativa precisamente porque la Administración ha hecho todo lo contrario al proyecto.
Éste se presentó en víspera de Feria de Flores y pretendía incentivar la siembra de especies naturales en toda la ciudad para hacerle honor a nuestra festividad más representativa ante Colombia y el mundo. El tiempo ha transcurrido y la concejala se siente defraudada al igual que muchos ciudadanos porque cada vez son menos los espacios naturales para respirar. Los únicos pulmones son los cerros, 7 cerros tutelares y ya uno fue intervenido, pero con cemento: el Nutibara.
La sorpresa mayor resultó ser la construcción de las polémicas “pirámides” de la Oriental. Con esa obra la concejala sintió una fuerte estocada contra su proyecto: “Medellín ciudad jardín de América Latina”, el cual perfectamente podría denominarse ahora: “Medellín ciudad cemento de América Latina”.
Más desconcertante resulta aún que el mismo mandatario que tanto criticó a su antecesor Luis Pérez Gutiérrez por las obras cemento, hoy quiera seguirle los pasos con proyectos que no gustan y atentan contra la naturaleza.
Hasta el momento no se conoce persona alguna, diferente al mandatario, a la que le gusten las “pirámides” o las intervenciones viales con poda indiscriminada de árboles irremplazables.
Los mejores testimonios los han dado medellinenses que viven en el extranjero, quienes ven con preocupación como el cemento se roba el verde tan necesario en una ciudad con altos grados de contaminación.
No en vano quienes tienen modo económico se están yendo a vivir fuera de la ciudad. Y por eso en municipios como La Estrella, Sabaneta y Rionegro, surgen proyectos urbanísticos costosos donde se ofrece ambiente natural.
Es una lástima que Medellín se esté convirtiendo en ciudad “cemento” de América Latina, por el hecho tal vez de que las obras con este material se vean más que las sociales. Y en época electoral parece ser que es mejor lo que se ve, que lo que se siente.
Desafortunadamente la concejala Aura Marleny Arcila no puede hacer nada, al menos por ahora, con respecto a su proyecto ambientalista porque la Administración actual está llegando a su fin. Tampoco sus colegas de la corporación, quienes ahora se muestran sorprendidos de todo lo que aprobaron. Algunos dicen que no sabían lo de las “pirámides”, otros tímidamente señalan que sí. A ellos parece que les ocurrió lo que a muchos en este país, cuando hacen las cosas, luego quieren remediarlas después de que el daño ya está hecho.
Ojalá que Medellín algún día deje ser el conejillo de indias donde los mandatarios y concejales experimentan cualquier tipo de proyectos en los que difícilmente puede darse marcha atrás luego del error.
Ahora estamos ganándonos el puesto de ciudad cemento de América Latina. Esperemos a ver qué ocurre con el nuevo Alcalde de Medellín y los nuevos concejales, quienes seguramente harán lo propio para que los ciudadanos estemos atentos a sorpresas faraónicas.
REMATE:
Todavía no sabemos qué pasó con la compra de las acciones Orbitel por parte de EPM.
Tampoco sabemos qué bondades ha arrojado el pico y placa.
Supuestamente los concejales lucharían para que el corte en la cuenta de servicios volviera a ser cada tres meses. Y nada de nada.