Aunque argumentan que en algunas ciudades del país la marcha promocionada por el uribismo en contra del Presidente Santos fue patrocinada con sánduche y $20.000 (veinte mil pesos), en Medellín los insatisfechos con el Gobierno Nacional salieron a marchar.
Mujeres en tacones, maquilladas, emperifolladas, hacendados sin finca, capataces, caballistas, empresarios, hinchas del Nacional, carangas, clase media emergente, y uno que otro acomodado con alma de rico, salieron a marchar para recordarle al Presidente Juan “Gabriel” Santos que le está yendo como perro en misa…
Con una favorabilidad del 13%, según YanHaas, al Presidente Juan Manuel Santos Calderón la ciudadanía le está cobrando los desaciertos con el pleito con Nicaragua, la venta de Isagen, la crisis energética, los sobre costos de Reficar, el hueco fiscal, el incremento de impuestos y los cuestionados acuerdos en los diálogos con la Guerrilla de las FARC.
Lo cierto es que en Medellín muchos salieron a marchar, no por ser uribistas, porque tampoco tienen la solución, no hicieron nada en ocho años de gobierno, más que beneficiar a los empresarios y empobrecer a clase trabajadora y obrera del país. Los que salieron a marchar, lo hicieron como protesta contra el Gobierno Santos que en comparación con el de Uribe no es que haya mucha diferencia.
Las repercusiones políticas de la marcha en Medellín no sobrepasarán ni los titulares de prensa de los periódicos nacionales. Es más, la marcha, fue un espectáculo circunstancial en el escenario político que sirvió para revelar que Santos ya sabe a qué atenerse en Antioquia, que el Gobernador Luis Pérez disfrutó en silencio el hecho por la sencilla razón de que el Presidente apoyó otros candidatos en las pasadas elecciones y que el Alcalde Fico Gutiérrez tendrá que quedarse callado porque tiene el corazón partido entre Uribe y el mandatario nacional…