Jurisconsultos de la Fábrica de Licores de Antioquia, FLA, analizan al dedillo los términos de la Ley de Licores que pretende ajustar las tarifas tributarias.
El objetivo es permanecer atentos a la carga impositiva que se incrementará al aguardiente, el primer producto de la FLA, con el propósito que proteger los ingresos para la salud, educación y deporte del Departamento.
El aguardiente, que tiene 29 grados de alcohol, aproximadamente, paga $8.874 (ocho mil ochocientos setenta y cuatro pesos) de impuesto, con la nueva norma pagaría $11.380 (once mil trescientos ochenta pesos).
La champaña, por ejemplo, paga actualmente $4.284 (cuatro mil doscientos ochenta y cuatro pesos) de impuesto por tener menos grados alcohol, con la nueva ley tributaría $53.080 (cincuenta y tres mil ochenta pesos) por botella.
De acuerdo con el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, con la nueva ley habrá más recursos para los departamentos y el Gobierno Nacional no recibirá un peso.